Un segundo caso de gripe aviar altamente patógena tras mantener contacto con vacas fue detectado en un trabajador de una granja en el estado de Michigan, donde se había identificado ganado infectado con el virus, informaron el miércoles los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
Al igual que en el primer caso reportado en abril en Texas, el segundo paciente presentó únicamente síntomas relacionados con una infección ocular.
Los dos casos están asociados al brote en curso de un subtipo de la gripe aviar, denominado H5N1, que fue detectado por primera vez en vacas lecheras el pasado marzo y desde entonces se ha encontrado en el ganado de nueve estados del país norteamericano: Texas, Kansas, Idaho, Michigan, Nuevo México, Colorado, Ohio, Carolina del Norte y Dakota del Sur.
El virus H5N1 está clasificado como altamente patógeno, provocando una enfermedad grave para las aves de corral que daña rápidamente sus órganos y tiene una tasa de mortalidad de entre el 90 y 100 % en solo 48 horas. El virus también puede infectar aves silvestres y ya se ha detectado en 48 especies de mamíferos, incluidos los humanos.
Este año, por primera vez se detectó el virus en mamíferos rumiantes como cabras y vacas. Aunque no se han registrado muertes en vacas, hay indicios de que el virus se puede propagar dentro del propio ganado. Asimismo, se ha reportado que las vacas infectadas presentan falta de apetito y letargo, desarrollan síntomas similares a los del resfriado y producen menos leche.
Las infecciones por H5N1 en humanos pueden llegar a ser mortales provocando neumonía, sin embargo, los pacientes suelen ser asintomáticos o presentar solo síntomas leves como infecciones oculares similares a la conjuntivitis, estornudos o tos. La enfermedad puede tratarse con medicamentos antivirales utilizados para la gripe estacional.
Por el momento, la gripe aviar H5N1 supone un bajo riesgo para el público en general y las pruebas iniciales no encontraron cambios en el virus que representen un mayor riesgo de transmisión para los humanos o menor vulnerabilidad a los medicamentos antigripales.
No obstante, los CDC recomiendan evitar el contacto con animales enfermos o muertos, como aves silvestres, aves de corral y ganado. También aconseja evitar la leche cruda, el contacto con excrementos u otros materiales contaminados por animales sospechosos de portar el virus, así como productos crudos o poco cocinados procedentes de estos animales, ya que podría exponer a las personas al patógeno y aumentar la probabilidad de que adquiera las mutaciones necesarias para infectar a los humanos y propagarse entre ellos.
Los CDC también han asegurado que el suministro de leche y carne no se ve amenazado por el virus, ya que las plantas están obligadas a procesar solo leche de animales sanos. Además, subrayan que el proceso de pasteurización de la leche y cocinar bien la carne mata los virus. Por otra parte, aunque la leche no pasteurizada siempre conlleva el riesgo de causar infecciones peligrosas, aún se desconoce la probabilidad de infección de H5N1 a partir de la misma.