Como consecuencia de los ataques ucranianos contra la mayor central nuclear de Europa, la de Zaporozhie, la planta perdió una de sus fuentes clave de electricidad el 4 de abril. La conexión a la red eléctrica externa es necesaria para que la central pueda refrigerar sus reactores; un corte de electricidad podría provocar una fusión catastrófica.
La desconexión de la electricidad ocurrió cuando un equipo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el terreno informó de que había oído fuego de artillería en las cercanías. Los operadores de la planta publicaron el 5 de abril un comunicado en Telegram en el que informaron que esta había sufrido múltiples ataques de drones ucranianos.
Ahora la central depende totalmente de la única línea de 750 kV que queda, y todas sus unidades han sido desconectadas, informó el servicio de prensa de la instalación el mismo día del ataque. Desde Moscú advirtieron a Kiev y a "sus tutores occidentales" contra cualesquiera intentos de atacar o desestabilizar la situación en la planta e instaron al OIEA a que desaliente esta conducta temeraria.
"Instamos encarecidamente al OIEA y sus ejecutivos a valerse activamente de los expertos presentes en la central para registrar públicamente todos los ataques lanzados por la parte ucraniana y constatar con precisión de dónde realmente proviene la amenaza a una operación segura de la central", señala el comentario de la portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zajárova.
En palabras de la vocera, "los patrocinadores de Kiev" ofrecen declaraciones aparentemente neutrales sobre unos "permanentes riesgos de seguridad nuclear" que se mantienen respecto a la planta, pero todos "son conscientes, tanto en la ONU, como en el OIEA" y en las capitales mundiales que intervienen como "tutores directos del régimen de [Volodímir] Zelenski".
La diplomática subrayó que no es el primer ataque de las tropas ucranianas contra la central nuclear de Zaporozhie, siendo el último ataque el registrado el 14 de marzo, en que las FFAA de Ucrania intentaron destruir con ayuda de drones el almacén del combustible de la planta, que constituye la principal fuente de su electricidad de emergencia.
"El único factor que amenaza a la seguridad de la central nuclear de Zaporozhie sigue siendo el régimen de Kiev", resumió.
De acuerdo con una comunicación del OIEA, el organismo está al corriente de los informes rusos sobre los ataques ucranianos y los está examinando en colaboración con su equipo de inspectores en el lugar. Sin embargo, el organismo se ha negado hasta ahora a atribuir la responsabilidad por los ataques contra la central.
La central nuclear de Zaporozhie se encuentra en la ciudad de Energodar, región de Zaporozhie, territorio que se adhirió a Rusia en septiembre de 2022.
Con seis reactores de agua presurizada VVER-1000 y una capacidad total de 6.000 megavatios, la planta de Zaporozhie es la mayor de Europa. Sus seis reactores están apagados para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso. Las tropas ucranianas bombardean con regularidad Energodar y el adyacente recinto de la central.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, comentó que con esos ataques Kiev intenta crear las apariencias de una amenaza de catástrofe nuclear. Desde el OIEA subrayaron en numerosas ocasiones que es necesario crear una zona de seguridad en torno a la central.