"La Acnudh también recibió denuncias creíbles de casos de tortura y malos tratos a prisioneros de guerra rusos cometidos en lugares de tránsito tras su evacuación del campo de batalla", reza el informe. El organismo señaló que entrevistó a 44 prisioneros de guerra rusos que se encuentran en "lugares de internamiento" en las provincias de Dnepropetrovsk, Járkov, Lvov, Nikoláyev, Sumy, Vinnitsa y Zaporozhie (pasó a formar parte de Rusia tras un referéndum en otoño de 2022, pero parte de la región sigue bajo el control de Kiev).
Entre otras cosas, la Acnudh señala que se registraron ejecuciones de al menos 25 prisioneros de guerra rusos entre 2022 y 2023. Si bien las autoridades de Kiev han abierto al menos cinco causas penales por violaciones contra 22 personas, no ha habido avances en la investigación, concluyó la ONU.
Asimismo, el organismo publicó información procedente de entrevistas con 60 prisioneros de guerra ucranianos recientemente liberados. Según la ONU, casi todos los soldados relataron que "militares u oficiales rusos los torturaron o maltrataron durante su cautiverio".
En cuanto al derribo en la provincia de Bélgorod del avión ruso Il-76 que transportaba prisioneros de guerra ucranianos, el texto señala que la Acnudh "no ha podido determinar suficientemente las circunstancias del siniestro de acuerdo con su metodología habitual". "El incidente y el alcance de la pérdida de vidas humanas ponen de relieve la necesidad de una investigación exhaustiva, imparcial y transparente", señala la oficina.
Previamente, el Comité de Investigación de Rusia reveló que el misil con el que las fuerzas ucranianas derribaron la aeronave era un MIM-104A del sistema estadounidense Patriot. El organismo determinó que militares ucranianos lanzaron dos misiles contra el avión desde la localidad de Liptsy, ubicada en la provincia ucraniana de Járkov.