Entre los escenarios sombríos para Ucrania que varios funcionarios estadounidenses compartieron esta semana con el diario The Washington Post destaca una drástica reducción de la capacidad de repeler ataques aéreos a causa de las reducidas existencias de municiones para los sistemas antimisiles.
Si bien el Ejército ucraniano intentaba derribar cuatro de cada cinco misiles lanzados contra sus posiciones (es decir, tenía suficientes municiones para disparar, independientemente de que impactaran o no en el blanco aéreo), pronto podrá apuntar solo a uno de cada cinco, estimó uno de los funcionarios consultados. Dicho déficit de misiles de defensa antiaérea podría llegar para finales de este mes.
Por su parte, funcionarios rusos que también hablaron en condición de anonimato dijeron estar al tanto de que Ucrania se está quedando sin municiones.
Mientras tanto, algunos de los países de la OTAN también han visto reducidos sus arsenales de municiones antimisiles desde comienzos de este año, puesto que habían entregado parte de sus existencias a Kiev.
Así, el ministro de Defensa de Eslovaquia, Robert Kalinak, calificó de "irresponsable" el suministro a Ucrania de esta clase de armas necesaria para Bratislava. El funcionario acusó a sus antecesores de dejar al país "sin defensa antimisiles propia, sin fuerza aérea de combate", debido a que se las entregaron a Kiev.