Un empresario se declaró culpable este martes de conspirar con el líder de una secta polígama para traficar menores de edad entre varios estados de EE.UU. con fines sexuales, según informó AP.
Moroni Johnson, de 53 años, reconoció que participó en un plan para trasladar a cuatro niñas menores de 18 años para que prestaran servicios de carácter sexual. Las autoridades afirman que la conspiración entre Johnson y el líder de la secta, Samuel Rappylee Bateman, se produjo durante 3 años. El empresario se enfrenta a penas de entre 10 años de prisión y cadena perpetua.
Bateman, quien intentó crear una rama de la iglesia mormona (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) y se autoproclamó como profeta, "tuvo aproximadamente 50 seguidores y más de 20 mujeres, muchas de las cuales son menores de edad, en su mayoría menores de 15", según se desprende de los materiales del FBI basados en el testimonio de una pareja familiarizada con el acusado.
A finales del 2020, Bateman llegó a su casa con mujeres y niñas, presentándolas como sus esposas: la más joven tenía unos 9 años. Asimismo, supuestamente hizo que sus seguidores, incluso menores, participaran en contactos sexuales con él, justificándolo por las "impresiones de la voluntad del Padre celestial". Algunas de las mujeres eran hijas de sus seguidores.
Bateman fue detenido en agosto del 2022, luego de que las autoridades encontraran a tres niñas -de entre 11 y 14 años- en uno de sus remolques. En septiembre de ese mismo año fue acusado por el gran jurado de traficar a menores de edad entre los estados de Arizona, Utah, Nevada y Nebraska entre mayo del 2020 y noviembre del 2021 con fines sexuales. Según el FBI, Bateman organizó la llamada 'Unión de hermanos', una orgía de carácter ritual.
Permanecerá en prisión hasta la resolución de su juicio, prevista ahora para el 10 de septiembre. El acusado se ha declarado inocente de los cargos estatales y federales, entre ellos conspiración para transportar a una menor con fines de actividad sexual, conspiración para cometer manipulación en un procedimiento oficial y conspiración para cometer el secuestro de las niñas, que fueron entregadas a la agencia estatal de protección de menores tras su detención.