Los hutíes de Yemen habrían atacado cables submarinos en el mar Rojo como parte de su campaña militar en protesta por los ataques de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, informó el portal israelí 'Globes'.
Según el medio, cuatro cables submarinos de comunicación habrían sido dañados entre Yeda, en Arabia Saudita, y Yibuti, en África Oriental.
El medio israelí agrega que los supuestos ataques a esa infraestructura está provocando interrupciones en las comunicaciones por internet entre Europa y Asia, y los principales daños se están dejando sentir en los países del Golfo y en la India. Los cables pertenecen a las compañías AAE-1, Seacom, EIG y TGN, de acuerdo con el informe.
Seacom ya confirmó daños en un cable que opera en un tramo entre Kenia y Egipto. De manera extraoficial se ha informado sobre cables dañados en el mar Rojo.
"La ubicación de la rotura del cable es significativa debido a su sensibilidad geopolítica y las tensiones en curso, por lo que es un entorno difícil para las operaciones de mantenimiento y reparación. Nuestro equipo está trabajando actualmente en los plazos de restauración y comunicará estos planes a nuestros clientes", expresó Seacom en un comunicado.
La reparación de un número tan elevado de cables submarinos, publica Globes, podría tardar al menos dos meses y los trabajadores se podrían arriesgar a ser atacados por los hutíes, lo cual dificultaría las labores.
Se estima que los daños a la infraestructura son importantes, pero no críticos, porque por la misma región pasan otros cables que unen Asia, África y Europa que no han sido afectados, de acuerdo con el medio.
El 5 de febrero pasado, las empresas de telecomunicaciones vinculadas al Gobierno yemení reconocido por la ONU dijeron que temen que los rebeldes hutíes tengan planes para sabotear una red de cables submarinos en el mar Rojo, fundamental para el funcionamiento de los servicios de internet occidental y la transmisión de datos financieros.
De hecho, por esas mismas fechas, un canal de Telegram vinculado a los hutíes publicó un supuesto mapa de esta infraestructura bajo el agua, con el siguiente mensaje: "Hay mapas de cables internacionales que conectan todas las regiones del mundo a través del mar. Parece que Yemen se encuentra en un lugar estratégico, ya que cerca de él pasan líneas de Internet que conectan continentes enteros, no solo países".
Según el diario británico The Guardian, en el mar Rojo se transporta aproximadamente el 17% del tráfico mundial de internet a través de conductos de fibra.
El pasado 19 de noviembre, el movimiento Ansarolá (hutíes) proclamó la decisión de atacar barcos que beneficien a Israel en el golfo de Adén y el mar Rojo, en respuesta a los ataques israelíes sobre Gaza.
Numerosos ataques hutíes con drones, misiles antibuque y misiles de crucero contra navegantes en el mar Rojo empujaron a grandes compañías navieras a desviar sus barcos a rutas alternativas, lo que encarece inevitablemente el transporte.
El 18 de diciembre, Estados Unidos puso en marcha la operación multinacional Guardián de la Prosperidad, con la participación de más de 20 países, para proteger la seguridad en esta zona clave para el comercio internacional, pero esta medida no disuadió a los hutíes.
Desde mediados de enero, Washington lanzó varias rondas de ataques contra objetivos de Ansarolá en Yemen, algunas en coordinación con el Reino Unido y otros aliados.
Los altos cargos del movimiento sostienen que la agresión por parte de EEUU y sus aliados no disuadirá a los hutíes de atacar embarcaciones vinculadas a Israel mientras duren las hostilidades en la Franja de Gaza