En esa misma ocasión, los discípulos le preguntaron a Jesús: ¿Quién es el más importante en el reino de Dios?
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y les dijo: Les aseguro que para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños. Porque en el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño. Si alguien acepta a un niño como este, me acepta a mí.
Pero si alguien hace que uno de estos pequeños seguidores míos deje de confiar en mí, merece que le aten al cuello una piedra enorme y lo tiren al fondo del mar.