Fracasos con la inflación

El Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés) y la Reserva Federal de EE.UU. están reconsiderando sus enfoques sobre pronósticos económicos después de no haber logrado vaticinar la espiral inflacionaria y, en consecuencia, tomar las medidas adecuadas para evitarla, informa Financial Times este jueves.
"Lo que deberíamos haber aprendido es que no podemos confiar solo en casos típicos y modelos puros. Tenemos que pensar en un horizonte más amplio", afirmó la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una entrevista con el periódico. En este contexto, el organismo ahora modela diferentes escenarios para la inflación y realiza varios estudios de sensibilidad, como el análisis de las consecuencias de otra posible crisis energética.
Además, el BCE empezó a vigilar cambios en la política fiscal, como subvenciones gubernamentales a la comida o energía, para tener un mejor agarre de su influencia creciente en la inflación.
De acuerdo con Lagarde, las mejoras en los modelos de las proyecciones ayudarán a hacerlas más precisas, pero no arreglarán todos los problemas porque "se necesita ese horizonte más amplio, y los datos empíricos que observamos y el juicio que aplicamos a estos". Se destaca que el BCE ya ha decidido confiar menos en sus pronósticos y prestar más atención a la dinámica de precios y al nivel de actividad económica para tomar las decisiones acerca del principal tipo de interés.
Por su parte, el jefe de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, también subrayó la necesidad de "pensar fuera de los modelos" en las previsiones económicas. "Nuestra economía es flexible y dinámica, y a veces está sujeta a choques imprevisibles, como una crisis financiera global o pandemia", declaró.
Asimismo, la vicegobernadora del BOE, Sarah Breeden, dijo la semana pasada que examinar los diferentes escenarios es un "instrumento de política útil en el contexto de choques sin precedentes". Entre tanto, Charles Goodhart, exanalista de la institución, opinó que los bancos centrales tienen que elaborar escenarios en número par, porque si lo hicieran en una cantidad impar, los mercados se fijarían en la previsión del centro, aunque esta no cuente con el respaldo del propio banco.