Laguna Azul cierra en medio de terremotos y preocupaciones por erupciones

El balneario geotermal Laguna Azul, situado al suroeste de Islandia, cerrará durante al menos una semana, debido a la acumulación subterránea de magma derivada de la actividad sísmica que se registra a pocos kilómetros del recinto, lo que aumenta el riesgo de erupción.
En un comunicado oficial publicado este jueves, el balneario, que pasa por ser la principal atracción turística del país, argumentó que permanecerá cerrado hasta el próximo 16 de noviembre. En particular, expuso como razones del cierre "la perturbación de la experiencia de los huéspedes por la noche y el aumento prolongado del estrés de los empleados".
La atracción turística ha recibido fuertes críticas en los últimos días por seguir abierta pese a los levantamientos del terreno y la acumulación de magma, a unos 4 kilómetros de profundidad, causados por la actividad sísmica. Desde la media noche del jueves, más de 700 sismos han sacudido la zona.
En caso de posible actividad volcánica, Grindavík, un pueblo pesquero de 3.600 habitantes, que es el lugar más cercano a la laguna, ya cuenta con un plan de evacuación. Asimismo, se han trasladado suministros alrededor de las tuberías de la central eléctrica ubicada en la zona, para intentar protegerlas.