JUAN 14.6
Entonces, ¿qué es la verdad?
Esta es una definición simple tomada de lo que enseña la Biblia: La verdad es lo que es coherente con la mente, voluntad, carácter, gloria y ser de Dios. Yendo más allá en el punto: La verdad es la propia expresión de Dios. Ese es el significado bíblico de verdad y es la definición que empleo a lo largo de este libro. Porque la definición de verdad fluye de Dios, la verdad es teológica.
La verdad también es ontológica, que es una extraña manera de decir que es como las cosas realmente son. La realidad es lo que es porque Dios lo declaró y lo hizo así. Por eso, Dios es el autor, fuente, determinante, gobernador, árbitro, máximo ejemplo y juez definitivo de toda verdad.
El Antiguo Testamento hace referencia al Todopoderoso como «Dios de verdad» (Deuteronomio 32.4; Salmos 31.5; Isaías 65.16). Cuando Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy… la verdad» (Juan 14.6, énfasis agregado), de ese modo Él estaba haciendo una profunda declaración acerca de su propia deidad. Él estaba aclarando también que toda «verdad» debe ser definida en términos de Dios y su eterna gloria. Después de todo, Jesús es «el resplandor de su gloria [la de Dios], y la imagen misma de su sustancia [su persona]»
(Hebreos 1.3). Él es la verdad encarnada, la perfecta expresión de Dios y de ahí, la encarnación absoluta de todo lo que es verdad.
Jesús también dijo que la Palabra escrita de Dios es verdad. No contiene meramente trozos de verdad; ella es la pura, inalterable e inviolable verdad que (según Jesús) «no puede ser quebrantada» (Juan 10.35).
Dios se reveló a sí mismo a la humanidad mediante las Escrituras y mediante su Hijo. Los dos encarnan perfectamente la esencia de qué es la verdad.