La fragata Almirante Grigoróvich, equipada con misiles de crucero Kalibr, llegó a la base rusa de Tartús, en Siria, y pasó a formar parte del grupo permanente de la Armada de Rusia en el mar Mediterráneo, informó este miércoles RIA Novosti remitiéndose al Ministerio de Defensa del país euroasiático.
El mando naval expresó que la fragata, adscrita a la Flota del mar Negro de Rusia, una de las cuatro flotas permanentes del país, protegerá la navegación civil en el Mediterráneo oriental.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa informó que la nave Almirante Grigoróvich había permanecido, del 12 al 14 de noviembre, en Argelia. Sus comandantes participaron en reuniones protocolares con la dirección de la Armada argelina y con la administración del puerto en el que estuvo anclada.
Las fragatas del proyecto 11356, cuya cabeza de serie es precisamente la Almirante Grigoróvich, desplazan en lastre alrededor de 4.000 toneladas, alcanzan una velocidad de 30 nudos y poseen una autonomía de 30 días.
Junto con los sistemas de defensa antiaérea y las armas antisubmarinas —incluido un helicóptero a bordo—, su principal recurso ofensivo son lanzadores de misiles de crucero Kalibr-NK.