En una rueda de prensa, el vocero enumeró los objetivos de Washington en la región:
- Protección de las fuerzas y ciudadanos estadounidenses en la región.
- Flujo de asistencia crítica en materia de seguridad a Israel en su defensa contra nuevos ataques de Hamás.
- Coordinación con los israelíes para ayudar a garantizar la liberación de los rehenes retenidos por Hamás, incluidos ciudadanos estadounidenses.
- Refuerzo de la postura de fuerza en toda la región para disuadir a cualquier actor estatal o no estatal de que realice una escalada de la crisis más allá de Gaza.
Según señaló el portavoz, el refuerzo incluye el despliegue en Oriente Medio de los grupos de portaviones de ataque USS Gerald R. Ford y USS Dwight D. Eisenhower, que se encuentran actualmente en la zona del Mando Central de EE.UU., junto con un submarino de clase Ohio.
El plan esbozado se está poniendo en práctica gradualmente. El sábado, un grupo de ataque liderado por el portaviones estadounidense USS Dwight D. Eisenhower llegó a Oriente Medio "como parte del aumento de la postura regional". El buque se unió al grupo de ataque del portaviones USS Gerald R. Ford, que había llegado al Mediterráneo en octubre.
Además, Ryder recordó que en las últimas semanas se han producido ataques con aviones no tripulados y misiles contra bases militares estadounidenses desplegadas en la región que, según él, causaron varias docenas de heridos.
Tras la intensificación de dichos ataques, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha ordenado al Departamento de Defensa que se prepare para más incidentes similares y responda adecuadamente. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, por su parte, aseguró que Washington no permitirá que las amenazas a sus intereses en la región "queden sin respuesta".