El aumento de la presencia militar extranjera en el área del conflicto palestino-israelí lleva inevitablemente a una escalada, y la confrontación armada puede propagarse a otros países, declaró el subdirector del departamento de información y prensa de la Cancillería rusa, Alexéi Záitsev.
"El aumento de la presencia militar extranjera en la zona del conflicto armado inevitablemente entraña riesgos de una nueva escalada", afirmó Alexéi Záitsev en una sesión informativa para los medios.
Anteriormente, EEUU envió el buque USS Mount Whitney a la parte oriental del Mediterráneo. A esa zona también llegó el portaviones USS Gerald R. Ford, junto con su grupo de ataque, y está por llegar otro portaviones, USS Dwight D. Eisenhower. A la creciente flota estadounidense acumulada cerca de la costa de Israel, se le unirá el buque de asalto anfibio USS Bataan, que lleva a su bordo a más de 4.000 marineros y marines, comunicó The Washington Post.
Además, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, confirmó el traslado de unas unidades militares de su país al este del Mediterráneo para prestar apoyo a Israel.
Záitsev llamó la atención sobre que diversas partes, involucradas de modo directo o indirecto en el conflicto mesoriental, hacen declaraciones provocadoras, por lo que aumenta el riesgo de propagación de la confrontación armada a países limítrofes e incluso a toda la región.
El diplomático señaló que Moscú aboga por utilizar métodos políticos y diplomáticos en busca de la solución del conflicto palestino-israelí, lanzar un proceso negociador, que tendría por resultado el surgimiento del Estado de Palestina.
"Solo tal decisión permitiría estabilizar la situación y evitar la reincidencia de la violencia", resumió.
Además, Záitsev comentó que Rusia condena en los términos más enérgicos los ataques a instalaciones civiles en esta última escalada entre Israel y el grupo Hamás.
"Rechazamos categóricamente ataques contra objetivos civiles por cualquiera de las partes. Por supuesto, condenamos sin reservas cualquier tipo de ataques contra la infraestructura civil", declaró Záitsev en una rueda de prensa, comentando el bombardeo contra la iglesia de San Porfirio.