"Desde el otoño de 2021, vimos más de 180 incidentes de este tipo. Más en los últimos dos años que en la década anterior", sostuvo el funcionario. Agregó que en unos 200 casos los pilotos chinos "han realizado maniobras imprudentes o medidas antirradar o han disparado bengalas o se han acercado a los aviones estadounidenses muy rápidamente o demasiado".
De acuerdo con Ratner, las interceptaciones representan "una campaña centralizada y concertada" de Pekín para "obligar a cambiar la actividad operacional legítima de EE.UU.". Además, señaló que son parte de los esfuerzos chinos para interferir en la capacidad de las tropas estadounidenses de operar con seguridad en lugares donde EE.UU. y "cada país del mundo tiene todo el derecho de estar, en virtud del derecho internacional".
Por su parte, el jefe del Comando Indo-Pacífico, John Aquilino, declaró que esos incidentes, causados por un comportamiento riesgoso, podrían llevar a un error de cálculo. Afirmó también que, en el transcurso de dos años y medio, había solicitado a su contraparte china que se abordara este tema, pero que ninguna de sus solicitudes fue aceptada. "Estoy deseando hablar con mis homólogos. Creo que desarrollar esa relación sería crítico para mantener la paz y la estabilidad en la región", aseveró.
"Durante décadas, EE.UU. ha operado en la zona de forma segura y responsable, conforme al derecho internacional, y seguiremos haciéndolo", manifestó Ratner. "Nuestros aliados y socios acogen con beneplácito nuestra presencia militar porque promueve la visión compartida de un Indo-Pacífico libre y abierto", añadió.