Hay historias tan absurdas que hasta al periodismo se le hace difícil contarlas. Y fue un episodio como éste ocurrido en Fortaleza (CE), el martes (19), y que causó perplejidad por el conjunto de aspectos extraños de su trama, me refiero al viejo dicho popular de que “parece mentira, pero no lo es”.
Una monja acompañó a su padre durante una estancia hospitalaria en el barrio de Canindezinho, en la capital de Ceará, y allí le terminaron robando el celular por un descuido, cuando se fue a dormir y dejó el dispositivo expuesto.
Las cámaras de seguridad de la unidad registraron la acción, dentro de la habitación, y al perpetrador: un pastor evangélico de 39 años, identificado como Thiago Cardoso do Vale, que acompañaba a un paciente que se encontraba en la misma sala. Todo ocurrió a última hora de la mañana, cerca del amanecer.
Con la información del pastor, la policía fue a su casa y lo encontró allí usando el dispositivo robado. También portaba un cigarrillo de marihuana e informó a los agentes que ya había sido procesado por los delitos de malversación y receptación.
Los PM trasladaron el incidente al 35º Distrito Policial de Fortaleza, donde el delegado de turno declaró la detención de Thiago en el acto por hurto calificado, además de practicarle el expediente por tenencia de estupefacientes, que no era la primera del imputado. Fue trasladado a un centro penitenciario para que al día siguiente, este miércoles (20), sea llevado a una audiencia de custodia ante un juez.