En un post de Facebook, Oliver escribió que Simmons -que se vio en un vídeo del servicio con una peluca y un vestido de lentejuelas- era «un ángel con tacones que se aparece a los pastores en los campos en el turno de noche, diciéndoles que la Buena Noticia ha llegado a su puerta».
Oliver comparó la decisión de tener una drag queen enseñando durante el servicio dominical con la de otras iglesias que «ponen una bandera en su altar», y calificó a Simmons de «un predicador increíble, fundamentado, como lo está Allendale, en la teología wesleyana y de la liberación».
Mark Tooley, presidente del Instituto sobre Religión y Democracia, cree que los drag queens como Simmons se están convirtiendo en la «nueva cara pública del metodismo unido».
«Su sermón para niños y su papel en la eucaristía en una iglesia de Florida muestran cómo el ministerio drag se convertirá ahora en la corriente principal de la denominación», dijo Tooley a The Christian Post en una declaración enviada por correo electrónico. «Que yo sepa, ningún funcionario metodista unido, incluido el obispo de Simmons, ha expresado públicamente su preocupación por esta drag queen metodista unida».
Para Tooley, Simmons y otros como él están entre las razones por las que el Metodismo Unido, que, como dijo Tooley, «nunca ha disfrutado de un solo año de crecimiento en sus 53 años y está implosionando.»
«A los tradicionalistas se les ha dado una ventana de un año para retirarse de la denominación con la propiedad de la iglesia», dijo. «Miles de congregaciones lo están haciendo. El Metodismo Unido moribundo se enfrenta a una mayor tragedia por delante».
En un momento del servicio religioso de Allendale, después de que una banda de alabanza interpretara una canción con la letra «Estamos construyendo un mundo nuevo/ buscamos la justicia para todas las personas», dos niñas con mascarillase sentaron detrás de Simmons mientras Oliver le preguntaba por su vestimenta.
«¿Siempre vas vestido así?», preguntó Oliver.
Simmons respondió: «¡Ojalá!» y añadió: «No, sólo me visto así en ocasiones especiales».
«Me siento poderosa cuando me pongo un vestido como éste, una gran peluca y mucho maquillaje. Me ayuda a decir cosas que no tengo la confianza de decir fuera de él».
Simmons continuó haciendo una aparente comparación entre los últimos días de la vida de Jesús y lo que él ve como el «fin de la injusticia».
«Nosotros, miembros de la Iglesia Metodista Unida, de cualquier iglesia, o simplemente de la humanidad común, tenemos el privilegio y el deber de cambiar la propia doctrina y los sistemas de opresión que nos rodean», dijo Simmons.
Dijo más cosas pero no creemos necesario reproducirlas.
