El Gobierno del Reino Unido prohibirá las importaciones de gas natural licuado ruso a partir del 1 de enero de 2023, anunció la Cancillería británica este viernes
El año que viene, los británicos no solo dejarán de importar ese producto desde Rusia, sino que también se proponen ayudar a otros "países de todo el mundo a reducir su propia dependencia" del gas ruso, promete la cuenta de la Cancillería en Twitter. De esta manera se pretende cortar "los fondos de Putin", según declara el tuit.
Desde 2021, casi la mitad del gas natural que ingresa al mercado interno británico proviene de las plataformas británicas en el mar del Norte, al tiempo que Noruega es su mayor proveedor externo. Alrededor de 17 % de las importaciones de hidrocarburos son suministros de GNL, hasta ahora provistos también por Catar, EE.UU. y Rusia.
El gas ruso importado por el Reino Unido el año pasado correspondió al 4 % de su consumo total. Para junio del año en curso el país había reducido las importaciones desde Rusia en 75%, en comparación con 2021, según informó el entonces secretario de Estado de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng.
La multinacional británica Centrica comunicó este viernes que reabrió el mayor depósito de gas del Reino Unido, el Rough, tras completar una serie de "importantes mejoras de ingeniería" durante el verano pasado. Se espera que sus capacidades agreguen un 50 % al volumen de almacenamiento de gas que estaba disponible antes de la fecha.