La Oficina del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, considera que la península coreana y el noreste asiático se encuentran ante una "grave" situación de seguridad, debido a las últimas maniobras con armas nucleares tácticas realizadas por Pionyang, informa la agencia Yonhap.
"Es importante reconocer con precisión la grave realidad de seguridad en la península de Corea y en el noreste de Asia, y prepararse adecuadamente para ello", dijo un funcionario presidencial. "Proteger la vida y la seguridad del pueblo no se trata solo de palabras, sino de un problema de la vida real", agregó.
Estas declaraciones surgen poco después de que se diera a conocer que Corea del Norte realizó, entre el 25 de septiembre y el 9 de octubre, una serie de ejercicios con armas nucleares tácticas. Las maniobras fueron inspeccionadas por el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien declaró que no siente la necesidad de mantener un diálogo con los "enemigos" de su país.
En el marco de dichos ejercicios, Pionyang también realizó lanzamientos de misiles para apuntar a grandes puertos de países, considerados como sus enemigos, así como la movilización de unidades de aviación y de artillería de largo alcance.
Las maniobras son "una advertencia obvia y una clara demostración" para poner de relieve las capacidades de Corea del Norte para realizar un ataque nuclear, y su preparación para una respuesta con este tipo de armas, declaró Kim Jong-un.
En los últimos días, Pionyang lanzó varios misiles balísticos hacia el mar de Japón.
El séptimo ensayo en dos semanas tuvo lugar el 9 de octubre después de que Corea del Sur y EE.UU. concluyeran el día anterior un ejercicio naval con la presencia del portaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Ronald Reagan.
Por su parte, desde Pionyang declararon que las pruebas con misiles son una "medida de autodefensa" contra las "amenazas militares directas" de Washington.