El Departamento del Tesoro estadounidense subrayó que Occidente planea imponer un tope al precio del petróleo ruso ya en diciembre de 2022. En respuesta a esas declaraciones, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que Rusia no permitirá que nadie le imponga ninguna norma, tampoco en el sector energético. Si se introdujera un tope de precios para la energía rusa, Moscú simplemente se negaría a suministrarla, ya que iría en contra de los intereses económicos de Rusia, según expresó el mandatario ruso.
Algo que podría devastar la economía europea y perjudicar a Estados Unidos al disparar los precios mundiales de la energía, porque si Rusia deja de suministrar petróleo a Occidente, esto podría agravar la recesión en Europa, perjudicar la economía de EE.UU. y debilitar aún más los lazos transatlánticos, según los economistas entrevistados por The Washington Post.
"Europa se sumergirá en una depresión si Rusia deja de suministrar energía y el precio del petróleo sube hasta 150 dólares por barril. Habrá un posible impacto en EE.UU. que será malo", destacó Matthew Slaughter, economista del Colegio de Dartmouth.
"Rusia pondrá fin a su exportación de petróleo antes de aplicarse el tope precios. Esto empujará la economía a la recesión. Los precios de la gasolina se dispararán hasta los 5 dólares por galón (unos 3,79 litros). La economía no podrá aguantar 5 dólares por galón, será abrumador", subrayó Mark Zandi, de Moody’s Analytics. Pero hay quienes consideran que el impacto sobre EEUU sería mínimo:
"Si Rusia sigue vendiendo petróleo a los mercados mundiales y sólo reduce las exportaciones de gas a Europa, el efecto sobre la economía estadounidense probablemente sería mínimo. De hecho, eso podría ayudar a las empresas estadounidenses que producen gas natural. También podría reducir la demanda mundial, aliviando aún más las presiones de los precios internos".
"Si Europa entra en recesión, es obvio que habrá menos demanda de una amplia gama de productos", dijo Dean Baker, economista y cofundador del Centro de Investigación Económica y Política, un think tank liberal. "Estamos en una situación tan perversa que en realidad puede ser positiva".
El 2 de septiembre, los ministros de Economía del Grupo de los Siete (G7) acordaron imponer un tope de precios al petróleo procedente de Rusia. Mientras tanto el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró este miércoles que Rusia no suministraría sus recursos a otras naciones si esto contradice sus intereses económicos. "Esto es absurdo, una tontería que conducirá a un mayor crecimiento [de los precios] en los mercados mundiales, incluyendo en Europa", afirmó el presidente, al pronunciar su discurso en el Foro Económico Oriental, que acogió la ciudad rusa de Vladivostok del 5 al 8 de septiembre.