El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, declaró en rueda de prensa este jueves que el sector energético de Alemania está afrontando un serio reto, informa Tagesschau.
"Estamos en una guerra energética por la prosperidad y la libertad", dijo el ministro alemán, refiriéndose al aumento de los precios en vista de la reducción de los suministros energéticos rusos, y las sanciones impuestas al país tras el inicio de su operación especial en Ucrania.
Mientras tanto, el ministro de Economía, Robert Habeck, también presente en la rueda de prensa, declaró que la crisis energética amenaza con convertirse en una crisis económica y social. Además, afirmó que el alza de precios supuestamente se debe a un "ataque de Rusia" a la economía alemana.
En este contexto, el canciller del país europeo, Olaf Scholz, anunció que la coalición gobernante había acordado frenar los crecientes costos al introducir un tope al precio de gas natural para los hogares y la industria.
El paquete total de ayuda asciende a unos 200.000 millones de euros (más de 194.000 millones de dólares), financiados con préstamos a través del Fondo Económico de Estabilización.
"Los precios tienen que bajar", aseveró Scholz. "Con los 200.000 millones de euros, tenemos la oportunidad de financiar todo esto", agregó.
La nueva medida significa que las autoridades abandonan los polémicos planes de introducir un recargo de 2,4 céntimos de euro por kilovatio hora para hogares y empresas a partir de octubre, con el objetivo de evitar la quiebra de compañías energéticas.
Previamente, el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que las acusaciones por la crisis de energía que vive Europa son un "intento de hacer recaer la culpa de una cabeza doliente a otra sana".