EE.UU. puede quedarse sin un colchón en caso de una crisis del petróleo

Las reservas estratégicas de petróleo de EE.UU. siguen reduciéndose, tras alcanzar recientemente el nivel más bajo en casi 4 décadas, lo que podría tener graves consecuencias para la seguridad energética del país en caso de una crisis en el mercado del crudo, informa The Wall Street Journal.
De acuerdo con los datos de la Administración de Información Energética de EE.UU., hasta el 16 de septiembre, la reserva estratégica del país contaba con unos 427 millones de barriles de petróleo, la tasa más baja desde 1984. Se trata de la primera vez que contiene menos que las reservas comerciales desde 1983.
Además, el Departamento de Energía informó este lunes que, desde finales de marzo, cuando el presidente del país, Joe Biden, ordenó la liberación de unos 180 millones de barriles para evitar nuevas subidas de precios en el mercado energético, las reservas han disminuido en 155 millones de barriles, suponiendo la utilización de casi 900.000 barriles al día.
WSJ afirma que, aunque la medida fue un éxito a corto plazo ante las futuras elecciones de mitad en noviembre, ya que los precios han bajado en los últimos 3 meses, la liberación probablemente no era necesaria en términos de seguridad energética. Las preocupaciones de que, tras el inicio del conflicto ucraniano, Rusia pudiera reducir significativamente su producción de petróleo, creando una "emergencia de suministro", resultaron infundadas.
Sin embargo, el medio subraya que a pesar de que la situación en el mercado estadounidense ha mejorado, todavía hay riesgos para la seguridad energética del país.
Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Moscú reduciría la producción diaria en 1,9 millones de barriles, una vez entre en vigor del tope a los precios del crudo ruso transportado por mar el 5 de diciembre. Además, a principios de septiembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, dejó claro que el país no suministraría sus recursos a otras naciones si esto contradice sus intereses económicos. También existen riesgos por el lado de la demanda, debido a una posible recesión y la política de 'covid cero' en China.
Así, EE.UU. necesita un buen colchón o amortiguador para estar preparado de cara a una crisis, pero, según los datos actuales, las perspectivas no son tan positivas. Al final, dado que los países miembros de la AIE tienen una obligación de mantener una determinada cantidad mínima en las reservas, el Departamento de Energía tendrá que rellenarlas en la misma cantidad liberada este año, aumentando, de esta forma, la demanda de crudo en el mercado internacional en el futuro. Sin embargo, no se espera que esto se produzca antes de septiembre del 2023.