Francia, que es uno de los mayores productores agrícolas de Europa, espera recoger su peor cosecha de maíz en más de tres décadas, debido a la sequía que ha afectado al continente, la más severa en al menos 500 años, informó Bloomberg esta semana.
Según un informe del Ministerio de Agricultura, la producción de Francia del grano básico utilizado para alimentar pollos y cerdos caerá un 25 %, hasta los 11,6 millones de toneladas, que es el nivel más bajo desde 1990. "La disminución de la siembra, ligada al aumento de los precios de los fertilizantes y del gas, se ha sumado a una fuerte caída de los rendimientos provocada por la sequía", detalló la cartera. Asimismo, precisó que la caída de los rendimientos ha afectado a todas las regiones productoras, siendo especialmente grave en cultivos de secano.
Por otra parte, el país redujo su pronóstico de producción de semillas de girasol a 1,86 millones de toneladas, casi un 3% inferior a la del año pasado.
La disminución de las cosechas en Francia, podría elevar aún más los precios de los alimentos. Los campos en Alemania y Rumania, otros productores clave de la Unión Europea, también sufrieron sequías.
Asimismo, las cosechas de trigo de la UE también se reducirán este año, según un informe de Strategie Grains, una oficina y consultoría de investigación y análisis agroeconómicos especializada en mercados de granos, semillas oleaginosas, biocombustibles y proteínas vegetales con sede en Francia.
Strategie Grain estima que la cosecha de trigo de 2022-2023 rondará los 124,1 millones de toneladas, frente a los 129,8 millones de toneladas del año pasado. También redujo sus pronósticos para la cosecha total de granos en 2,5 millones de toneladas, desde sus estimaciones de agosto, hasta los 264,6 millones de toneladas.
Si bien la consultoría señala que los precios de los granos han caído en gran medida, los altos costos de producción pueden hacer que esta disminución resulte insignificante. Los precios en los próximos meses dependerán de la probabilidad de una recesión en la UE, lo que podría provocar una mayor caída de la demanda, así como de un posible aumento de las exportaciones de cereales de Ucrania.