Gordon Brown, el hombre que gobernó al Reino Unido entre 2007 y 2010 publicó un artículo en el diario británico The Guardian con el siguiente título: "La pobreza energética está creando una generación abandonada que nunca se recuperará de las cicatrices".
El exprimer ministro británico no tiene dudas: se vienen tiempos difíciles para las familias del Reino Unido a causa de la crisis energética que enfrentan varios países del mundo, en buena parte a causa de las tensiones en Europa del Este, zona rica en la producción y el comercio de petróleo y gas.
"La realidad es sombría e innegable: en octubre estallará una bomba de relojería financiera para las familias, ya que la segunda ronda de alzas en los precios de los combustibles en seis meses hace temblar a todos los hogares y lleva a millones de personas al límite", advierte Gordon Brown.
El político del Partido Laborista recordó un estudio elaborado por especialistas de la Universidad de York, en el que se asienta que la escalada de precios de los combustibles en abril pasado fue de 54%, una cifra alarmante que, según los expertos, llevará a 27 millones de personas a la "pobreza energética"
"Actualmente, 35 millones de personas en 13 millones de hogares —un 49,6% de la población del Reino Unido, una cifra sin precedentes— corren el riesgo de caer en la pobreza energética en octubre", señala Brown.
Esta crisis energética, dice Brown, requiere de acciones que requieren de una enorme voluntad política, una condición que se vislumbra complicada en el ambiente que se vive en Downing Street, con Boris Johnson ya de salida como primer ministro. Su sucesor, afirma Brown, cargará con la responsabilidad de solucionar este problema a través de un "presupuesto de emergencia".
"Con el tiempo agotado para actualizar el sistema de pago de créditos universales antes del alza de octubre, Boris Johnson, Sunak y Truss deben acordar esta semana un presupuesto de emergencia. Si no lo hacen, el Parlamento debería ser convocado para obligarles a hacerlo", sugiere el exlíder laborista.
En caso de que las autoridades no aprueben este presupuesto de emergencia, los pobres en combustible podrían llegar a ser 39 millones de personas en 15 millones de hogares, es decir, el 54% del país. En total, afirma Brown, cuatro de cada cinco familias monoparentales, jubiladas y numerosas del Reino Unido se encontrarán en situación de pobreza energética.
"La pobreza golpea ahora con tanta fuerza que supera con creces la capacidad de la más amplia y generosa coalición de organizaciones filantrópicas y voluntarias locales. Y en comunidades como la mía, donde los que tienen poco han dado hasta ahora generosamente a los que no tienen nada, recaudar fondos para la caridad es cada vez más difícil", reconoce el exprimer ministro británico.