El desarrollo de la pandemia de COVID-19 apunta a la creación artificial del coronavirus y la participación de estructuras de EEUU en su esparcimiento, señalan desde el Ministerio de Defensa ruso. En Moscú están investigando la implicación de USAID, institución estadounidense encargada de distribuir ayuda humanitaria en el exterior.
"Estamos considerando la posibilidad de que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) esté involucrada en la aparición del coronavirus", aseguró el general-teniente Ígor Kiríllov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia.
Desde el 2009, USAID ha estado financiando el programa Predict, que estudia nuevos tipos de coronavirus y ha capturado murciélagos que portan estos virus, señaló Kiríllov.
"Uno de los contratistas del proyecto fue la empresa Metabiota, conocida por sus actividades biológico-militares en el territorio de Ucrania", explicó.
El responsable de la seguridad biológica de las FFAA rusas calificó de "muy significativo" el hecho de que en el 2019, antes de que aparecieran los primeros casos de COVID-19, el instituto estadounidense Johns Hopkins realizó un ejercicio conocido como Event-2019, durante el cual se realizaron actividades en el contexto de una epidemia de un coronavirus previamente desconocido que, según la leyenda del ejercicio, se transfirió de los murciélagos a los humanos a través de un huésped intermedio: los cerdos.
"La evolución de la pandemia del COVID-19 y el final precipitado del programa Predict de USAID en 2019 sugieren la naturaleza deliberada de la pandemia y la participación de EEUU en su aparición", enfatizó Kiríllov.
El alto mando recordó que en mayo del 2022 el principal experto de la revista médica The Lancet, Jeffrey Sachs, apuntó que el coronavirus fue creado artificialmente y con alta probabilidad utilizando los avances estadounidenses en la biotecnología.
Según los expertos rusos, agrega, esto se evidencia por la variabilidad de genovariantes, que no es característica de la mayoría de los coronavirus, provocando diferentes picos de su incidencia, diferencias significativas en mortalidad y contagiosidad, distribución geográfica desigual, así como la naturaleza impredecible del proceso epidémico.
Esto indica que a pesar de los esfuerzos realizados para localizar y aislar a los enfermos, "la pandemia es alimentada artificialmente por el lanzamiento de nuevas variantes del virus en una región en particular ", señaló Kiríllov.
Recordó que más de 16.000 muestras biológicas, incluidas muestras de sangre y suero, habían sido exportadas desde Ucrania a Estados Unidos y Europa.
En el contexto de las garantías de la Administración estadounidense, de que la información genética obtenida de los ciudadanos ucranianos se utilizaría exclusivamente con fines pacíficos, Kiríllov recordó una declaración del miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Jason Crow, quien advirtió a los estadounidenses sobre el peligro de entregar su ADN para que lo analicen empresas privadas. En ese entonces, el legislador estadounidense sugirió que los resultados de las pruebas podrían venderse a terceros y la información obtenida podría utilizarse para desarrollar armas biológicas dirigidas a grupos o individuos específicos.
"Dado el interés de la administración estadounidense por el estudio de los agentes biológicos 'con objetivos específicos', estas declaraciones obligan a examinar de nuevo las causas de la nueva pandemia de coronavirus y el papel de los biólogos militares estadounidenses en la aparición y propagación del patógeno COVID-19", destacó Kiríllov.
Existe la tendencia a que los patógenos infecciosos que entran en la zona de interés del Pentágono se conviertan posteriormente en pandémicos, aseguró Kiríllov.
Agregó que en el marco del programa de reducción de amenazas biológicas del Departamento de Defensa de EEUU, una de las áreas de investigación de la empresa estadounidense Labyrinth Global Health era el estudio de los coronavirus y el virus de la viruela del mono.
Asimismo recordó que el 23 de julio, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de viruela del mono como una emergencia de preocupación internacional, después de que la enfermedad fuera identificada en al menos 76 países y se hayan registrado más de 26.000 casos.
"Así, podemos trazar una tendencia clara: los patógenos infecciosos que entran en el área de interés del Pentágono se convierten posteriormente en pandemia y los beneficiarios son las empresas farmacéuticas estadounidenses y sus mecenas: los líderes del Partido Demócrata de Estados Unidos", concluyó Kiríllov.
El Ejército ucraniano se estaba preparando para participar en un programa militar-biológico estadounidense a partir de 2022 para vacunar a los militares ucranianos, según un documento publicado por el Ministerio de Defensa ruso.
Labyrinth Ukraine, una filial de la empresa estadounidense Labyrinth Global Health, operaba en Ucrania y fue fundada por antiguos empleados de Metabiota, un contratista clave del Pentágono en las actividades militares-biológicas de Estados Unidos, afirmó Kiríllov.
Entre los nuevos documentos hechos públicos por el Ministerio de Defensa figura una carta del coronel Sergéi Morgún, jefe del Departamento Sanitario y Epidemiológico del Mando de las Fuerzas Médicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, dirigida a Karen Saylors, directora de Labyrinth Ukraine. Morgun expresó el interés y el apoyo de los médicos militares ucranianos a las actividades de Labyrinth Ukraine "en relación con la aplicación del programa de USAID en Ucrania ... Renovación y resiliencia del sistema sanitario (PHS R&R).
"El Departamento Sanitario y Epidemiológico del Mando de las Fuerzas Médicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania está bien situado para cooperar con Labyrinth Ukrane en la recogida y elaboración de datos de acuerdo con el programa PHS R&R, así como en la realización de actividades de vacunación del personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania y de los veteranos de la zona de conflicto, que, según la legislación vigente, tienen derecho a recibir atención médica en los centros sanitarios del Ministerio de Defensa ucraniano", aseguró Morgún en la carta.
"En caso de que Labyrinth Ukraine reciba el apoyo de USAID, espero trabajar con ustedes en 2022 para establecer formalmente la participación del Departamento Sanitario y Epidemiológico del Comando de las Fuerzas Médicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el programa PHS R&R y organizar la cooperación con Labyrinth Ukraine y sus socios", escribió Morgún.
Enfatizó que la colaboración estaba prevista "para construir un sistema de salud pública más resistente en Ucrania con el fin de prevenir, detectar y responder mejor a las amenazas para la salud de los ciudadanos, apoyar los servicios críticos del sistema sanitario ucraniano en tiempos de crisis y proteger la salud de la población de Ucrania, incluidos los grupos vulnerables".