La planta acuática Victoria Boliviana, por décadas confundida con otra especie de nenúfar gigante de similares características —Victoria Amazónica—, fue descubierta por una nueva investigación internacional, publicada el 4 de julio por la revista 'Frontiers', y rebautizada con el lugar de su origen.
Los antecedentes de la investigación que duró tres años datan de 2016, cuando expertos bolivianos cultivaron varias especies en el Jardín Botánico de Santa Cruz de la Sierra, en el este de Bolivia, y contaron con el apoyo del experto español en nenúfares (plantas acuáticas con flores que crecen en lagos) Carlos Magdalena, del Real Jardín Botánico de Kew, de Londres.
Darío Melgar, exdirector del Jardín Botánico de Santa Cruz de la Sierra, relató a la Agencia Sputnik, que contactó a Magdalena para un proyecto de descripción de la Victoria Amazónica, debido al interés que despertó en él la hoja de una planta, cultivada en el parque privado La Rinconada, en las afueras de la ciudad, que llegó a medir 3,20 metros de diámetro y fue postulada para el Récord Guinness.
Impulsado por la curiosidad científica, Melgar consiguió semillas de la planta del Beni (noreste), de donde es nativa, de la especie Victoria cruziana en el Pantanal y luego de la Victoria amazónica. "Cultivamos las tres plantas en la laguna del Jardín Botánico y notamos que había diferencias morfológicas, como direcciones de sus espinas, bordes más altos, diferentes tamaños de las flores…", explicó con emoción.
Para constatar sus dudas debía tener la palabra de un experto y ese era Magdalena, quien llegó a Bolivia a inicios de 2019 para observar las diferentes especies e, incluso, viajar a la Amazonia boliviana para ver la planta acuática en su estado silvestre.
"En Londres no la descubrieron. Ellos nos ayudaron a la descripción de la planta, porque tenían la experiencia y en el Real Jardín Botánico de Kew tienen la mayor colección de nenúfares del mundo", puntualizó.
Con ejemplares de la Victoria Amazónica, la Victoria Cruziana y la ahora bautizada Victoria Boliviana en frente, Magdalena junto con un equipo de investigadores bolivianos hizo mediciones, tomaron fotografías, dibujaron diagramas de la planta y se realizó una expedición al Beni para recolectarla de su estado silvestre.
De acuerdo con el testimonio de Melgar, nadie se había dado cuenta de la nueva especie hasta la fecha, porque ningún botánico tuvo la oportunidad de cultivar las tres plantas juntas.
Finalmente, botánicos en Londres realizaron un análisis genético con las muestras colectadas por el botánico español, disecciones y otros estudios para determinar la nueva especie. Como resultado, se descubrió que la planta fue confundida por decenas de años y se la denominó como Victoria boliviana, en homenaje a su lugar de origen, según el artículo de la investigación de Frontiers.
Ignorada por décadas
La Victoria Boliviana fue vista por primera vez por el naturalista alemán Tadeo Haenke en 1801 en Santa Ana de Yacuma, (noreste), en su expedición por Sudamérica. Cuando regresó a Europa llevó semillas y ejemplares de la planta, pero no fue posible cultivarlo porque los perdió en su viaje por el mar.
El Real Jardín Botánico de Kew, en el Reino Unido, donde trabaja el experto Magdalena, posee la mayor colección de nenúfares actualmente y año tras año fue ampliando sus colecciones de plantas desde su creación en 1759.
La Victoria Boliviana pasa toda su vida en el agua, no se puede cultivar fuera, según la explicación del exdirector del Jardín Botánico de Santa Cruz de la Sierra. La planta acuática tiene un bulbo grande enterrado en el barro negro en aguas estancadas, sus hojas crecen cada tres días aproximadamente, entre los meses de octubre y mayo.
Su época de floración es entre diciembre y mayo, tiene una flor de hasta 70 centímetros, que emite fragancias agradables por las noches. "La mejor temporada para observar es entre noviembre y enero, donde prácticamente tenemos la laguna cubierta por las hojas y hemos tenido, por ejemplo, una hoja gigante de 3,20 metros que tenemos en un museo", afirmó Ilani Ribero, propietaria del parque privado La Rinconada en Santa Cruz.
Junto a su padre Tonchi Ribero iniciaron el emprendimiento turístico en 2013 con semillas traídas del Beni y recibe a turistas nacionales y extranjeros que solo llegan a ver a la planta acuática. Hoy, después de conocerse la nueva denominación, ya están con los trabajos para cambiar los letreros y señalizaciones de Victoria amazónica por Victoria boliviana.