Valiéndose de una laguna legal, tres jueces de un tribunal de apelación en el estado de California (EE.UU.) determinaron este martes que, al menos desde la perspectiva jurídica, ciertas especies de abejorros son peces, con lo que se garantiza la protección de estos invertebrados amenazados.
Debido al declive de las poblaciones de cuatro especies de abejorros –la de Crotch, la de Franklin, la occidental y la de Suckley– por la pérdida de su hábitat y el uso de pesticidas industriales en las plantaciones, principalmente las almendreras, cítricas y algodoneras, la Comisión de Caza y Pesca de California (FGC, por sus siglas en inglés) decidió en 2019 incluirlas en la lista de especies amenazadas, con lo que el uso de este tipo de agroquímicos quedaría restringido.
Ante esta medida, representantes de la industria agrícola apelaron la decisión del organismo ambiental, argumentando que, en conformidad con la Ley de Especies en Peligro estatal, la Comisión no tiene la facultad de designar a ningún insecto como especie en peligro de extinción, amenazada o candidata a protección, ya que no están incluidos en los estatutos de protección de la vida silvestre.
Ante el recurso legal interpuesto, la FGC decidió considerar a los abejorros como peces para garantizar su protección, considerando que la definición de pez en las leyes ambientales californianas no se limita a las especies que habitan en el agua, como queda demostrado con la inclusión en la década de 1980 del caracol de cerdas en esta categoría ('Monadenia setosa'), que en realidad es un molusco terrestre.
Según concluyeron los magistrados, el concepto de pez debe considerarse un tecnicismo legal definido por el Congreso y, como tal, debe entenderse en su dimensión técnica y no de forma literal, por lo que este no solo incluye a los vertebrados acuáticos.
"Aunque el término pez se entiende coloquialmente y de forma común para referirse a las especies acuáticas, el tecnicismo empleado por el Legislativo en la definición de pez […] no está tan limitado", señala el dictamen.
Con este fallo, el tribunal otorgó a la Comisión de Caza y Pesca la facultad para incluir a cualquier invertebrado en la lista de especies amenazadas, en peligro, o como candidatas a protección, siempre y cuando cumplan con los requisitos estipulados en la legislación ambiental vigente.