A lo largo de los últimos meses muchos de los productos alimentarios han experimentado fuertes subidas en los precios o se han vuelto menos accesibles, lo que es "una señal de que las inmensas cadenas de suministro del mundo todavía están bajo presión", según un análisis de Bloomberg publicado este domingo.
La crisis es causada por un "torbellino" de factores, incluidas las condiciones meteorológicas adversas, los problemas relativos a la pandemia del coronavirus, las tensiones geopolíticas exacerbadas por el conflicto en Ucrania, así como el repunte de la demanda tras el levantamiento de las restricciones anticovid, explica el medio.
En Alemania, la industria cervecera se enfrenta a la falta de botellas, parcialmente debido a los combates en Ucrania, desde donde llega el vidrio. A esto se suma el aumento de los costos relacionados con la electricidad y la cebada. En tales circunstancias, las fábricas cerveceras instan a los consumidores a devolver los envases vacíos.
En paralelo, los aficionados al cine en EE.UU. están preocupados por la carencia de palomitas de maíz, bolsas de papel, tapas y tazas, mientras llega la temporada de estrenos de verano. El desasosiego crece ante la posibilidad de que los agricultores puedan optar por cultivos más lucrativos que el maíz.
La crisis afecta también al sector de la comida rápida. En Australia, la cadena Kentucky Fried Chicken (KFC) tuvo que poner col en sus hamburguesas por la falta de lechuga. La compañía explicó la situación debido a las perturbaciones en la cadena de suministro originadas por fuertes inundaciones en algunas zonas del país.
Por su parte, los restaurantes McDonald's en el Reino Unido se vieron obligados a recurrir al racionamiento de tomates, usando una rodaja en vez de dos. La escasez de tomates está vinculada al elevado costo de la calefacción de invernaderos que emplean gas natural. La cadena también tuvo que suspender la entrega de papas fritas de tamaño grande en varios países debido a falta de productos y retrasos en los envíos.
Algo similar sucedió en Singapur, donde restaurantes de KFC tuvieron que reemplazar las papas por gofres. En Kenia, usuarios en redes llamaron a boicotear a la cadena de comida rápida por no usar las patatas locales. Los problemas con los alimentos también llegaron a Japón con algunos comedores que eliminaron ciertos platos de sus menús.
Al respecto, Madhav Durbha, vicepresidente de estrategia de cadena de suministro en la plataforma Coupa Software, subrayó que los empresarios necesitan replantear cómo y dónde producen y se abastecen. Según el experto, las compañías deberían poner más énfasis en la aplicación de nuevas tecnologías y mejorar su planificación para reducir los riesgos.