Según Reuters, Biden pedirá este miércoles, en un discurso sobre el aumento de los precios de la gasolina, la suspensión temporal del impuesto federal sobre combustibles, de 18,4 centavos por galón.
The Wall Street Journal detalla que el mandatario estadounidense y sus asesores llevan meses discutiendo esa medida. Sin embargo, legisladores de ambos partidos, demócratas y republicanos, han expresado su preocupación sobre el plan, y algunos demócratas temen que las compañías petroleras puedan embolsarse gran parte de los ahorros, escribe el diario.
EE.UU. enfrenta actualmente un nivel elevado de inflación y de precios récord de gasolina. Este mes, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. informó que el índice de precios al consumo en el país se incrementó en 8,6 % durante los últimos 12 meses, incluido mayo. Se trata del mayor repunte de este indicador desde diciembre de 1981.
El pasado junio, el precio medio del combustible en las gasolineras de EE.UU. superó por primera vez los 5 dólares el galón (1,32 dólares el litro).
Mientras Biden acusa a algunas petroleras de tener enormes ganancias en "tiempos de guerra" y culpa a Putin por el "dolor financiero" que sufre EE.UU., dos de las principales asociaciones comerciales de la industria del petróleo y del gas natural de EE.UU. sostienen que aunque el conflicto en Ucrania "está sin duda agravando la situación", los altos precios del crudo son en gran medida el resultado de varios "desafíos actuales". Esto se debe, en su opinión, en primer lugar, a "un desequilibrio entre la oferta y la demanda" y a "la reorganización de la logística a medida que el mundo sale de la pandemia, la fuerte demanda de los consumidores y la prohibición de los productos rusos".
