En una aparición en la televisión estatal rusa, Yaakov Kedmi, un exfuncionario israelí, quien anteriormente se desempeñó como jefe de Nativ, el grupo de enlace de Israel con los judíos en la extinta Unión Soviética, sugirió el martes que Rusia podría desplegar el misil hipersónico Zircon contra el Reino Unido.
“Alrededor de 50 o 60 de las centrales eléctricas del Reino Unido se apagarán en 10 minutos y todo el Reino Unido volverá a la Edad de Piedra”, dijo.
Ya con anterioridad, otros políticos habían pedido a Moscú que usara su misil balístico intercontinental Sarmat de última generación contra el país europeo; sin embargo, Kedmi descartó esta sugerencia como “exagerada”, agregando que el arma era “demasiado buena, demasiado grande para el Reino Unido”.
Sarmat figura entre los misiles de próxima generación de Rusia que el inquilino del Kremlin, Vladímir Putin, los considera “invencibles”, y que también incluyen los misiles hipersónicos Kinzhal y Avangard.
A su vez, los misiles Zircon alcanzan una velocidad máxima de unos 2,65 kilómetros por segundo a una altura de 20 kilómetros, es decir, más de 10 000 km/h. La velocidad del proyectil puede alcanzar Mach 9, mientras que su autonomía máxima es de más de 1000 kilómetros. Estos misiles están destinados a equipar buques y submarinos de la flota rusa.
Pese a las denuncias de Moscú, el Reino Unido ha sido uno de los países que está respaldando a Ucrania en su conflicto con Rusia, enviándole un equipo militar, incluidos misiles antitanque, sistemas de defensa aérea y otras armas.
Asimismo, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha prometido defender militarmente a Suecia y Finlandia en caso de que alguno de ellos sea atacado; esto, después de que estas naciones anunciaran esta semana que buscarán unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
De hecho, Moscú advirtió que la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN
