Un alto cargo de la provincia ucraniana de Jersón, controlada por Rusia, acusó a las tropas de Ucrania de haber minado la única salida desde la capital provincial al mar Negro.
"El puerto de Jersón no puede funcionar hoy por estar minada la única salida hacia el mar Negro, en el estuario del Dniéper y el Bug cerca del puerto de Ochákov, en la provincia de Nikoláev, bajo control de los nazis ucranianos", dijo el jefe adjunto de la administración militar civil de Jersón, Kiril Stremoúsov.
El funcionario agregó que se vio suspendido el tránsito de buques mercantes por el Dniéper.
"El desbloqueo y la reapertura del puerto serán posibles cuando los nazis ucranianos sean expulsados de Ochákov y la provincia de Nikoláev en su conjunto", señaló Stremoúsov.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el 24 de febrero pasado una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
En su discurso, Putin aseguró que no entra en los planes de Rusia ocupar territorios ucranianos.
En el transcurso de la operación, las tropas rusas lograron extender su control a la totalidad de la provincia de Jersón, así como a la costa del mar de Azov en la provincia ucraniana de Zaporizhzhia. En estos territorios se establecieron administraciones militares civiles que comenzaron a difundir programas de radio y televisión rusos y a restablecer los vínculos comerciales con Crimea, que se reincorporó a Rusia en marzo de 2014.
A finales de marzo pasado, el Ministerio de Defensa ruso dio por cumplidos los objetivos de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y dijo que se enfocará en adelante en "la liberación del Donbás".