Las armas occidentales cambiarán el rumbo de guerra en Ucrania?

A medida que avanza la operación rusa en Ucrania, el Occidente ha aumentado el suministro de armas a Kiev; ¿podrá este enfoque cambiar el rumbo de la guerra?

El Gobierno de Rusia, presidido por Vladímir Putin, anunció el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania. Ante el avance de la misión rusa, los aliados occidentales de Ucrania siguen suministrando armas y equipos militares a Kiev.
En esta misma línea, el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Mark Milley, anunció el jueves el envío de 60 000 misiles antitanque y 25 000 sistemas de armas antiaéreas a Ucrania con el objetivo de resistir ante la capacidad militar rusa.
Por su parte, el ministro de Defensa de Australia, Peter Dutton, ha señalado este viernes que su país comenzará a enviar a Ucrania 20 vehículos blindados Bushmaster —que han sido reforzados en sus armaduras para dar una mayor protección contra las minas y otros explosivos—.
Pese al apoyo militar occidental, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, aseveró que en las reuniones con los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas, Kiev tiene tres puntos sobre la agenda: “armas, armas y armas”. En concreto, aclara, Ucrania necesita aviones, misiles antibuque, vehículos blindados de transporte de personal y sistemas pesados de defensa aérea.
Desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el Kremlin ha dejado claro que no tiene planes para ocupar el país vecino, sino que el objetivo de su misión es la “desmilitarización” y la “desnazificación” de Kiev, así como evitar que este se convierta en un centro de amenazas y provocaciones contra Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó el jueves que la continua entrega de armas por parte de los países occidentales a Ucrania obstaculizará las conversaciones entre Moscú y Kiev para solventar el conflicto.
Es más, Rusia advierte que suministrar armas a Kiev agravará la situación. Ante tal coyuntura, afirma que habrá consecuencias para los países que colaboren con Ucrania.
También, desde Ucrania han cuestionado el apoyo militar de Occidente, con EE.UU. a la cabeza, denunciando que, al alimentar las tensiones sobre Ucrania, los países occidentales obligan a Kiev a tomar préstamos y comprar armas en el extranjero “a precios inflados”.