La nueva relación: Identificados y unidos con Dios Hijo

Después de haber puesto nuestra fe en Cristo, estamos identificados y unidos con Cristo.
Romanos 8:1
Después de haber aceptado a Cristo como Salvador estamos en Cristo.
1Co 6:17  Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 
Después de haber aceptado a Cristo como Salvadar. estamos unidos a Cristo.
Gál 2:20  Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 
Después que yo he aceptado a Cristo como Salvador, Cristo vive en mí.
Efe 1:3  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 
Después de haber aceptado a Cristo como Salvador, estamos en Cristo.
Efe 1:6  para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 
Estamos en Cristo.
Efe 1:7  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 
Estamos en Cristo.
Efe 2:1   Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 
Efe 2:2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 
Efe 2:3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 
Efe 2:4  Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 
Efe 2:5  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(A) (por gracia sois salvos), 
Efe 2:6  y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 
Estamos en Cristo.
Efe 2:13  Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 
Estamos en Cristo.
Efe 3:17  para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 
Cristo mora en nuestros corazones.
Col 2:10  y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 
Estamos en Cristo.
Así como hemos estado relacionados con Adán en la muerte, estamos ahora relacionados con Cristo en la vida.
Rom 5:12  Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,(A) así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 
Rom 5:13  Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 
Rom 5:14  No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 
Rom 5:15  Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 
Rom 5:16  Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 
Rom 5:17  Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 
Rom 5:18  Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 
Rom 5:19  Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 
Desde el pecado de Adán, todos aquellos nacidos naturalmente son pecadores; pero quienes tienen el segundo nacimiento, es decir, los que han aceptado a Cristo como Salvador, están justificados.
1Co 15:21  Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos
1Co 15:45  Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 
1Co 15:46  Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 
1Co 15:47  El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 
1Co 15:48  Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 
1Co 15:49  Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 
Si nos negamos a creer la enseñanza de la Biblia de que por nuestro nacimiento natural estamos identificados con Adán en la muerte, entonces también debemos negarnos a sostener la maravillosa enseñanza de la Biblia sobre nuestra identificación con Cristo en la vida eterna.
Cristo es el Esposo, nosotros la esposa. Esto se dijo de Israel en la antigüedad y se dice de la Iglesia en el Nuevo Testamento.
Mat 22:2  El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; 
Mat 22:3  y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. 
Mat 22:4  Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. 
Mat 22:5  Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 
Mat 22:6  y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. 
Mat 22:7  Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. 
Mat 22:8  Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. 
Mat 22:9  Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 
Mat 22:10  Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. 
Mat 22:11  Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. 
Mat 22:12  Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. 
Mat 22:13  Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 
Mat 22:14  Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. 
Nuestra unión con Cristo es como un matrimonio.
Mat 25:10  Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 
Cristo es el Esposo.
Rom 7:4  Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 
Cuando aceptamos a Cristo como Salvador, es como si nos uniéramos en matrimonio con Cristo; y así como un matrimonio natural trae hijos, así nuestra unión con Cristo deberá traer aparejada una vida buena y fructífera.
2Co 11:2  Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 
Así como la desposada que ama a su marido tiene sólo pensamientos para él, así deberíamos tener nuestras mentes fijas en Cristo y en su obra acabada para con nosotros.
Efe 5:31  Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.(F) 
Efe 5:32  Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 
El matrimonio es figura de la unión del creyente con Cristo.
Apo 19:7  Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Apo 19:9  Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. 
A la segunda venida de Cristo habrá un gran acontecimiento conocido como «El banquete de las bodas del Cordero (Cristo)>>.
Apo 22:17  Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
La novia, es decir: aquellos que han tomado a Cristo como Salvador, deberían estar ocupados invitando a otros a participar de este gran privilegio y honor. Así como la conversación de una novia es naturalmente acerca de su amado, así nuestra conversación debería tratar acerca de Cristo.
Jua 15:1  Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
Jua 15:2  Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 
Jua 15:3  Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 
Jua 15:4  Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
Jua 15:5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
Cristo es la vid, nosotros los sarmientos.
Así como la vida de la vid fluye a los sarmientos para producir el fruto, así aquellos que le han aceptado como Salvador tienen una unión vital con Cristo; de ahí que su vida fluya a nosotros para traer el fruto espiritual.
Rom 12:5  así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 
Así como el cuerpo tiene muchas partes y. sin embargo. es un organismo, así nosotros, que hemos aceptado a Cristo como Salvador, somos muchos y formamos, sin embargo, un solo cuerpo: la Iglesia, el cuerpo de Cristo.
Cristo es la Cabeza de la Iglesia (aquellos que han aceptado a Cristo como Salvador), la cual es el cuerpo.
1Co 12:11  Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. 
1Co 12:12  Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.(B) 
1Co 12:13  Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 
1Co 12:14  Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 
1Co 12:15  Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 
1Co 12:16  Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 
1Co 12:17  Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 
1Co 12:18  Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 
1Co 12:19  Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 
1Co 12:20  Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 
1Co 12:21  Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 
1Co 12:22  Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 
1Co 12:23  y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 
1Co 12:24  Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 
1Co 12:25  para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 
1Co 12:26  De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 
1Co 12:27  Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 
Así como el cuerpo necesita tener todas sus partes en buenas condiciones para formar un organismo perfecto, así se necesita que los cristianos estén en buenas condiciones espirituales. De la misma manera que el cuerpo está sujeto a las direcciones de la cabeza, así deberíamos constantemente cumplir los requerimientos de Cristo.
Efe 1:22  y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 
Efe 1:23  la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Efe 4:15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 
Efe 4:16  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efe 5:30  porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 
Col 1:18  y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 
La Iglesia (aquellos que han aceptado a Cristo como Salvador) constituye el cuerpo de Cristo.
Cristo es el Cimiento, nosotros 1a casa espiritual construida sobre él.
1Pe 2:2  desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 
1Pe 2:3  si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
1Pe 2:4  Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 
1Pe 2:5  vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 
1Pe 2:6  Por lo cual también contiene la Escritura: 
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; 
Y el que creyere en él, no será avergonzado
Nosotros somos piedras vivas. Al ser hijos adoptivos de Dios, el único Hijo de Dios engendrado es llamado nuestro Hermano.
Heb 2:16  Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 
Heb 2:17  Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote
Así como el hijo de una familia es el hermano del hijo adoptado, así Cristo es nuestro maravilloso Hermano Mayor, cuando le tomamos como nuestro Salvador.
En nuestros estudios sobre Cristo como Mediador, hemos visto que cuando tomamos a Cristo como nuestro Salvador, El -Dios Hijo- es asimismo nuestro Profeta, Sacerdote y Rey.
Cristo es nuestro Profeta y, en unión con El, el creyente es un profeta.
Jua 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 
1Jn 2:27  Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
Así como mediante Cristo tenemos verdadera sabiduría, así deberíamos dar esta verdadera sabiduría a un mundo agonizante que está confuso, intelectualmente perdido en incongruencias. Dios nos ha dado la Biblia para darnos verdadera sabiduría.
Cristo es nuestro Sacerdote y, en unión con El, el creyente es un profeta.
1Pe 2:5  vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 
1Pe 2:9  Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 
Apo 1:6  y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. 
Apo 5:10  y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra. 
Apo 2:6  Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 
Todo creyente tiene el privilegio de entrar inmediatamente en la presencia de Dios por la oración.
Nosotros deberíamos diligentemente aprovechar este privilegio, incluyendo la oración por los no salvos que nos rodean. Y deberíamos guiar hacia El a aquellos que no conocen a Cristo como Salvador, el Gran Sumo Sacerdote cuya muerte es completa y suficiente para todos los que creeen en El.
Rom 12:1  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 
Rom 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 
Rom 12:3  Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 
Todo creyente tiene el privilegio de poder ofrecerse a Dios como sacrificio viviente.
Cristo es nuestro Rey y. en unión con El, el creyente reina.
1Pe 2:9  Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Apo 3:21  Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 
Apo 5:10  y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 
Somos un sacerdocio real. Reinaremos con Cristo.
Es mediante la unión con Cristo que podemos dar en todas las fases de nuestra vida, ahora y para siempre.
Jua 15:5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
Nuestro permanecer en Cristo es el secreto de la vida fructífera.
2Co 12:9  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 
No es nuestra fuerza; es la fuerza de Cristo en medio de nuestra debilidad lo que nos hace victoriosos.
Efe 2:10  Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 
Efe 3:17  para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 
Efe 3:18  seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 
Efe 3:19  y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 
Después de habernos convertido en cristianos, estando unidos en Cristo, deberíamos aportar buenas obras.
Flp 1:11  llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. 
El fruto que deberíamos dar después de ser cristianos debe ser por medio de Cristo.
Col 2:10  y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 
Tenemos todo lo que necesitamos en Cristo, para esta vida así como para la eternidad.