Pero, cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía.
Cuando llegó por primera vez, Pedro comía con los gentiles que son cristianos, quienes no estaban circuncidados, pero después, cuando llegaron algunos amigos de Santiago, Pedro no quiso comer más con esos gentiles.
Tenía miedo a la crítica de los que insistían en la necesidad de la circuncisión. Como resultado, otros cristianos judíos imitaron la hipocresía de Pedro, e incluso Bernabé se dejó llevar por esa hipocresía. Cuando vi que ellos no seguían la verdad del mensaje del evangelio, le dije a Pedro delante de todos los demás: Si tú, que eres judío de nacimiento, dejaste a un lado las leyes judías y vives como un gentil, ¿por qué ahora tratas de obligar a estos gentiles a seguir las tradiciones judías?