La compañía estadounidense de helados Ben & Jerry's ha publicado este viernes un mensaje en el que insta al Gobierno de EE.UU. a reducir las tensiones en torno a Ucrania, al tiempo que criticó la militarización del país eslavo y de Europa por la Casa Blanca.
"No se puede evitar una guerra y prepararse para una guerra al mismo tiempo", escribió la empresa en su cuenta de Twitter. "Instamos al presidente [Joe] Biden a aliviar las tensiones y a trabajar para la paz, en vez de prepararse para la guerra. Enviar otros miles de tropas estadounidenses a Europa en respuesta a las amenazas de Rusia contra Ucrania solamente echa leña al fuego de guerra", señaló.
No es la primera vez que la empresa de helados se posiciona políticamente. El pasado mes de julio, Ben & Jerry's anunció que dejará de vender helado en los territorios palestinos ocupados ya que "es incompatible" con los valores de la empresa, por lo que provocó fuertes críticas desde el Gobierno israelí. Esta vez, los llamamientos de la compañía también fueron recibidos con rechazo en los comentarios, donde los internautas instaron a Ben & Jerry's a "limitarse a hacer helados".
Washington ordenó esta semana el traslado de unos 2.000 soldados adicionales a Polonia y Alemania, así como la reubicación en Rumanía (donde ya hay unos 900 efectivos) de 1.000 militares de EE.UU. que actualmente se encuentran en Alemania. El portavoz del Pentágono, John Kirby, subrayó también que la medida no representa "la suma total" de las acciones disuasivas de EE.UU.
El despliegue tiene como objetivo la "disuasión y defensa contra cualquier agresión" de los militares rusos, argumenta la Casa Blanca, que insiste en que Rusia planea un ataque contra Ucrania, al que Moscú ha negado reiteradamente.
En medio del aumento de los suministros de armas a Ucrania y el envío de tropas a países europeos, el representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, expresó este martes que la militarización del país vecino por parte de Washington contraviene sus llamamientos a resolver la situación por la vía diplomática y puede tener consecuencias peligrosas.
Al mismo tiempo, el viceministro de Exteriores ruso, Alexánder Grushkó, aseveró que el despliegue de EE.UU. representa un "paso destructivo" que no haría más que "complacer" al gobierno prooccidental de Ucrania, además de "aumentar la tensión militar y reducir el margen de las soluciones políticas".
Este domingo, la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, afirmó que Alemania no planea enviar armas letales a Kiev, dado que ellos podría conducir a "una mayor escalada" de la situación, que —insistió— debe ser resuelta pacíficamente.
Las afirmaciones sobre una posible invasión rusa de Ucrania se han venido intensificando en Occidente desde el pasado mes de noviembre, cuando varios medios airearon supuestos planes para llevar a cabo dicha operación. Por su parte, Moscú rechaza estas acusaciones y asegura que la Alianza Atlántica está militarizando a su país vecino.
En particular, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró que estas informaciones alarmistas buscan retratar a Moscú como una parte que amenaza la resolución del conflicto en la región ucraniana de Donbass, y alertó que podrían servir de "camuflaje" para potenciales planes agresivos de Kiev encaminados a solventar la situación por la fuerza.