Según la costumbre católica, la indulgencia plenaria se concede a todos los que visiten los cementerios en los días del Octavario, a saber, del 1 al 8 de noviembre, así como a los que recen el Padrenuestro y el Credo en una iglesia o un oratorio el 2 de noviembre, el Día de los Muertos.
Sin embargo, las restricciones anti-COVID obstaculizan las visitas a los cementerios, con lo cual ya en 2020 la Iglesia extendió el periodo de indulgencia para todo el mes de noviembre.
La indulgencia plenaria se otorga a los creyentes, que ya expiaron sus pecados y cumplieron con las condiciones particulares establecidas por la Penitenciaria Apostólica, como tener total rechazo al pecado, asistir a misa completa, comulgar y orar por las intenciones del papa.
