La medida se trazó, conforme a las fuentes, para evitar la inminente liberación de Marib por las fuerzas del Ejército yemení y, a cambio, Estados Unidos liberará a algunos líderes de Al-Qaeda en el centro de detención de Guantánamo, trasladándoles a la ciudad de Al-Mukalla, sur de Yemen.
Las fuentes explicaron, además, que hace unos días, varias fuerzas estadounidenses y emiratíes entraron en el distrito de Ghayl Ba Wazir, el principal bastión de Al-Qaeda en Yemen, alegando que tenían la intención de “llevar a cabo operaciones encubiertas” contra el grupo terrorista, pero más tarde confesaron que su objetivo era “reunirse con líderes de Al-Qaeda, incluido Jaled Batarfi”, cabecilla de Al-Qaeda en la península arábiga.
Marib que se erige tanto como el último bastión norteño del gobierno del expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, y como un muro para bloquear los avances del Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá hacia las gobernaciones de Hadramawt y Shabwa, ricas en petróleo, se ha convertido en el centro de las operaciones del Ejército yemení desde el año pasado.
La reconquista de esta provincia por parte de las fuerzas yemeníes, hacia la que se han logrado muchos avances hasta ahora, allana el camino para nuevas victorias militares de Yemen y asestará un duro golpe a la llamada coalición saudí del que no podrá recuperarse
