No, no existen evidencias científicas que demuestren que los cubrebocas puedan afectar a la salud de los menores a pesar de las afirmaciones infundadas que sugieren lo contrario.
Estas afirmaciones circulan por redes sociales y por otros medios justo cuando los rebrotes del coronavirus afectan a muchas escuelas estadounidenses tras su reapertura, especialmente aquellas donde el uso del barbijo no es obligatorio.
Entre los argumentos infundados: las mascarillas pueden fomentar la aparición de gérmenes si se humedecen o causar niveles nocivos de dióxido de carbono. Pero los expertos dicen que lavarlas habitualmente las mantiene limpias y seguras.
Algunos alegan que los niños más pequeños pierden señales visuales y sociales importantes que mejoran el aprendizaje y el desarrollo cuando sus compañeros de clase y maestros llevan cubrebocas. Pero otros destacan que si los niños con discapacidad visual o auditiva aprenden a adaptarse, los demás pueden hacerlo también.
“No sabemos con certeza si las mascarillas tienen efectos en el desarrollo, pero sí sabemos que hay efectos adversos por no intentar frenar la transmisión”, dijo la doctora Emily Levy, experta en cuidados intensivos y control de infecciones en el Centro Pediátrico de la Clínica Mayo.
Hay pruebas sólidas de que el uso de mascarillas en las escuelas puede reducir los contagios de COVID-19 a otros alumnos y a adultos.
En 166 escuelas del condado de Maricopa, Arizona, los brotes de coronavirus son dos veces más habituales en aquellas en las que el uso del barbijo no es obligatorio, dijo la doctora Rebecca Sunenshine, directora médica del Departamento de Salud Pública de la región.
Los estudios realizados en distritos escolares en otros estados, como Carolina del Norte, han hallado también que la mascarilla puede rebajar ampliamente la tasa de transmisión del COVID-19, especialmente cuando se combina con la distancia social y otras medidas de prevención.
“Una cosa que sabemos sobre la prevención, sobre el control de las infecciones, es que no es una única intervención la que nos hará ganar”, dijo Joshua Schaffzin, director de prevención y control de enfermedades en el Hospital Infantil de Cincinnati.
Pero hay muchas evidencias de que la mascarilla es un elemento clave para hacer que las escuelas sean más seguras, agregó el médico.
Para evitar la irritación de la piel, los doctores sugieren lavar las mascarillas con regularidad, asegurarse de que se ajustan bien al rostro y elegir cubrebocas fabricados con un tejido suave y transpirable.