Un camino que comenzó "desde muy joven", cuando empezó "a leer y a investigar acerca de las tradiciones del cristianismo primitivo, las obras de los Santos Padres, un poco del origen de la iconografía, entre otros temas".
"Me di cuenta enseguida de lo mucho que ignoraba, de que todo lo que iba descubriendo formó y forma parte de la Iglesia Una que Cristo fundó, pero que por otra parte en Occidente poco y nada de esto se nos revelaba en la práctica litúrgica, sacramental, en la vivencia de la fe", subrayó.
Fue así como se bautizó en la ortodoxia "hace más de 16 años" y empezó a colaborar "en las diversas actividades de carácter misionero", lo cual incluye, particularmente, la traducción al español y la edición de textos de los Santos Padres, servicios litúrgicos, oraciones, y otros artículos de interés catequético", así como la administración y coordinación –"junto a otros padres y hermanos"– de "una página en Facebook llamada ‘Caminar con Cristo en la Ortodoxia’", que difunde "informaciones de interés para los hispanohablantes fieles y simpatizantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa".
Según Aguilera Moreno, la Iglesia ortodoxa en América Latina apareció como un "representante" de la comunidad rusa "en estos territorios", donde "existen muchos rusos que emigraron a través de los años".
"Al llegar, inmediatamente realizó gestiones ante las autoridades civiles rusas para conseguir un lugar para la celebración de los servicios litúrgicos y reunión de la comunidad ortodoxa, y así obtuvo un espacio en la 'Casa de Moscú', un edificio ubicado en el centro de la capital, Quito. Desde el inicio se preocupó de la atención a las necesidades espirituales de los fieles rusos, incluso viajando fuera de la ciudad de Quito –a petición de fieles residentes en otras ciudades– para la celebración de bautizos, servicios fúnebres, y otras necesidades espirituales. Luego poco a poco fueron llegando también fieles pertenecientes a la diáspora de varias jurisdicciones ortodoxas, los cuales acuden con la bendición de sus respectivas autoridades eclesiásticas", indicó.
De manera que, "en la actualidad, la parroquia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad atiende las necesidades espirituales de aproximadamente 50 familias rusas, más tres familias árabes y algunas ecuatorianas", al tiempo que "en Pascua y otras grandes fiestas de la Iglesia, el número de fieles asistentes aumenta considerablemente", indicó.
Por último, Aguilera Moreno resaltó que "la participación de los feligreses en la vida de la Iglesia es cada vez más activa", algo que tiene que ver también con la simpatía que genera Rusia, "el ideal de la autoridad civil trabajando junto a la Iglesia como fervientes defensores de la familia tradicional como pilar de la sociedad, y por la preservación de los valores y principios cristianos, ante la arremetida en el mundo occidental de pseudo ideologías que buscan desvirtuar dichos principios, alejando a la gente de Dios y de una convivencia armónica entre ellos".