Tres trabajadores de una hamburguesería perdieron miembros en los últimos meses. Uno de ellos terminó en la boca de una clienta. Lejos de solidarizarse con las víctimas, el gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, se solidarizó con la empresa.
El caso del trabajador que perdió dos dedos en una picadora de carne para hacer hamburg
uesas generó un amplio debate en la sociedad.
uesas generó un amplio debate en la sociedad.
El pasado domingo 12 de septiembre, Estefhany B. comía una hamburguesa en uno de los 20 locales que Hot Burger tiene en la ciudad de Santa Cruz. Tras un par de mordiscos, sintió en su boca una textura extraña. La sacó y fuerte fue su sorpresa al comprobar que era un dedo humano.
La joven se acercó a la caja para reclamarle a los trabajadores por lo que había en su hamburguesa. Como toda respuesta, le devolvieron el importe del producto. Luego de este suceso, Estefhany entró en shock y aún continúa con asistencia psicológica.
Desde el Ministerio de Trabajo informaron a Sputnik que en los últimos meses tres trabajadores de Hot Burger perdieron dedos al manipular la picadora de carne. Aparentemente, eso se debe a que las máquinas eran nuevas y los empleados no habían recibido la capacitación correspondiente.
El jefe departamental del Ministerio de Trabajo, Juan José Choque, consideró que la empresa actuó "de mala fe" en los tres casos, ya que en ningún momento realizó las denuncias ante las autoridades sanitarias ni policiales.
En esta ocasión se pudo saber del accidente porque el dedo no fue completamente molido, como podría haber sucedido en los casos anteriores.
El accidente ocurrió en un sector donde se prepara la carne de las hamburguesas, que posteriormente son distribuidas en todos los locales de la ciudad. Luego de una inspección del Ministerio de Trabajo, "se ha determinado paralizar las actividades laborales en el área donde ocurrió el accidente, hasta que la empresa acredite condiciones laborales seguras para las y los trabajadores".
El Ministerio exigió que, además, "se cumpla con la capacitación en la manipulación de la maquinaria", aseguraron a Sputnik.
Jorge Schainman, dueño de Hot Burger, difundió un video en redes sociales: "Lamentamos profundamente tan desafortunado episodio. Nos solidarizamos con Mary Estefhany B. (...). Haremos todo lo necesario para reparar el inconveniente provocado de manera involuntaria".
En otro tramo de la grabación, dijo el empresario: "Queremos pedir disculpas a ella, a todos nuestros clientes y al pueblo en general".
Rodeado de una decena de sus empleados, trató de ensayar una especie de justificación: "Pese a las adversidades económicas, en el último tiempo enfrentamos una pandemia, Hot Burger siguió generando fuentes de empleo en el país, convencidos de que esta tierra necesita de su gente para seguir creciendo y, con mucho esfuerzo, llegamos a abrir varios locales para estar más cerca de nuestros clientes".
Sostuvo que "de manera directa e indirecta más de 800 familias [tendrían sustento por su empresa], sin contar todos los proveedores de servicios e insumos que también forman parte".