La Corte Suprema de México dictaminó el martes que es inconstitucional castigar el aborto, anulando por unanimidad varias disposiciones de una ley de Coahuila, un estado en la frontera de Texas, que había hecho del aborto un acto criminal.
La decisión afectará de inmediato solo al estado fronterizo norte, pero establece un precedente histórico y “criterios obligatorios para todos los jueces del país”, obligándolos a actuar de la misma manera en casos similares, dijo el presidente de la corte, Arturo Zaldívar. “A partir de ahora no podrá, sin violar los criterios de la corte y la constitución, acusar a ninguna mujer que aborta en las circunstancias que este tribunal ha dictaminado como válidas”.
Esas circunstancias se aclararán cuando se publique la decisión, pero todo apunta a que se refiere a los abortos realizados dentro de las primeras 12 semanas de embarazo, período permitido en los cuatro estados donde el aborto ya es legal.
La decisión se produce una semana después de que entrara en vigor una ley de Texas que prohíbe los abortos una vez que los profesionales médicos pueden detectar la actividad cardíaca en el feto. Permite a cualquier ciudadano privado demandar a los proveedores de servicios de aborto en Texas que violen la ley, así como a cualquier persona que “ayude o incite” a una mujer a someterse al procedimiento.
Solo cuatro estados mexicanos — Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo — ahora permiten el aborto en la mayoría de las circunstancias. Los otros 28 estados penalizan el aborto con algunas excepciones.
México es un país fuertemente católico romano. La iglesia fue una institución poderosa durante la época colonial y después de la independencia de México, pero un movimiento de reforma a mediados del siglo XIX limitó drásticamente el papel de la iglesia en la vida diaria. Los esfuerzos anticlerical en ocasiones llevaron a un derramamiento de sangre, especialmente durante la Rebelión Cristera de 1926 a 1929.
Sin embargo, el tema del aborto sigue siendo controvertido en México. La división se mostró el martes cuando grupos de ambos lados se manifestaron fuera de la cancha.
Decenas de personas se arrodillaron en oración frente a la cancha. Los manifestantes cristianos pro-vida agarraron rosarios, sostuvieron globos azules y exhibieron carteles con mensajes como "Salvemos ambas vidas".