Erendro Leichombam, un activista, y Kishorechandra Wangkhem, un periodista del estado de Manipur, en la India, fueron detenidos en sus respectivas casas y llevados a prisión el pasado 13 de mayo, donde han permanecido hasta ahora, por afirmar en sus redes sociales que las heces y la orina de vaca no curan el covid-19.
Han pasado 50 días tras las rejas, la Ley de Seguridad Nacional de la India le otorga al Gobierno poderes para arrestar y detener a sospechosos hasta por 12 meses, incluso sin un cargo o juicio formal.
Según comentó el abogado de los acusados, Chongtham Victor, la aprehensión se produjo debido a las denuncias presentadas por miembros del BJP (Partido Popular Indio) ante la Policía, alegando que las publicaciones hechas por Leichombam y Wangkhemen en sus redes "insultaban e indignaban deliberadamente los sentimientos religiosos" de los trabajadores del BJP y los familiares de los fallecidos.
La vaca es un animal sagrado en el hinduismo y durante siglos se han utilizado sus desechos para limpiar hogares y en rituales religiosos, debido a la creencia de que tienen propiedades terapéuticas y antisépticas.
