Cuando Brasil ha superado los 330.000 muertos por covid-19 y con un promedio de 3.000 fallecidos diarios, se debate la reapertura de las iglesias y los templos. Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) contradijo este fin de semana las medidas impuestas por lo gobernadores y permitió la apertura de los lugares religiosos, lo que generó malestar y también confusión.
Justamente, porque vivimos momentos tan difíciles es necesario reconocer lo esencial que es la actividad religiosa responsable, entre otras funciones, de brindar acogida y consuelo espiritual, comentó Kassio Nunes Marques, uno de los once magistrados del STF.
En pleno fin de semana de Semana Santa, la decisión de Marques –recién llegado al STF y que fue recomendado para el cargo por el presidente, Jair Bolsonaro– sorprendió al resto de jueces y a parte los gobernadores de los 27 estados.