El régimen de Israel, en un acto sin precedentes, cerró el miércoles todos los accesos de la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén).
Las autoridades israelíes alegaron que tomaron esta medida después de que un presunto “pistolero palestino” hiriera horas antes al rabino extremista Yehuda Glick.
Asimismo, señalaron que la Mezquita de Al-Aqsa permanecerá cerrada al rezo musulmán y a los turistas que quieren visitar este lugar sagrado.
Esta decisión del régimen de Israel ha provocado la ira y la enérgica condena de las autoridades palestinas.
El responsable de la gestión de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, Azam Tamimi, ha advertido de que la medida agravará la tensión existente entre israelíes y palestinos.
"Es la primera vez que el santuario está cerrado para los que rezan. No podemos entender esta escalada de las autoridades israelíes contra nuestros lugares sagrados. Es un paso muy peligroso que solo añade gasolina a la pira que ha comenzado a arder en la ciudad vieja", ha recalcado el sheij Azam Tamimi a los periodistas.
Los ataques contra la Mezquita Al-Aqsa y los palestinos durante las últimas semanas y la decisión de las autoridades del régimen de Israel para dividir los tiempos de oración en la explanada de las mezquitas “entre musulmanes y judíos” han provocado irritaciones en la esfera internacional.
Las autoridades palestinas, amén de condenar tal decisión, aseguraron que la medida podría desembocar en una guerra religiosa en toda la región de Oriente Medio; empero, las autoridades de régimen de Israel hacen caso omiso a las advertencias de los palestinos.
El pasado miércoles, el director general del Ministerio de Donaciones y Asuntos Religiosos de Palestina, Yusef Farehat anunció que los soldados israelíes, en lo que va de mes, han atacado en 42 ocasiones la Mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado de los musulmanes, además de prohibir la entrada de los menores de 50 años al lugar sagrado.
El régimen israelí, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación en 1967, tiene el anhelo de destruir la Mezquita de Al-Aqsa para convertirla en un templo sionista.
