En el 2004 tuvo lugar una muerte masiva de alces en Wyoming que llevó biólogos y veterinarios descartar que las muertes hayan sido por virus, bacterias, envenenamiento por metales pesados, brucelosis o cualquier otro tipo de enfermedad.
En las últimas horas, en Nuevo México se dio un macabro hallazgo similar que generó conmoción: 120 alces muertos cerca de un misterioso circulo cerca de los cuerpos. Al igual que ocurrió en Wyoming, los animales no fueron asesinados por cazadores furtivos, alcanzados por un rayo, por plantas venenosas, semillas contaminadas, ántrax, o una bacteria en estado latente en el suelo.
“El 27 de agosto recibí una llamada del propietario de la finca privada”, dijo el veterinario especialista Kerry Mower. “Se me informó sobre la aparición de 30 cadáveres de alces. Esta es una tasa de mortalidad muy alta, incluso para una epidemia, así que tuve que ir allí y ver más. Mientras examinaba los cuerpos de los alces en el rancho, dos personas más me informaron de otros 60 cadáveres en las zonas colindantes”.
Debido a la extraña circunstancia, Mower y su equipo decidieron investigar la zona desde un avión privado, contando unos 75 cuerpos en un área abierta y otros 30 a 40 cadáveres entre los árboles. Según explicaron los expertos, en el territorio de Nuevo México nunca se ha registrado este tipo de muertes masivas.
