Las menores secuestradas por Boko Haram hace dos semanas continúan en paradero desconocido, según reveló este domingo el presidente de la nación, Goodluck Jonathan, en una entrevista en televisión emitida en todo el país.
El mandatario explicó que seguían haciendo esfuerzos por combatir a Boko Haram y detener la ola de violencia desplegada por el grupo, que en lo que va de año ha intensificado sus ataques, que han llegado hasta la misma capital.
Goodluck Jonathan explicó que continúan las pesquisas para detectar a las menores secuestradas en el mes de abril. Sucedió el mismo día que atentaban contra una estación de autobuses en la capital, pero no es la primera vez que Boko Haram actúa de esta forma.
Sin embargo, según varias informaciones, algunas de las chicas ya habían sido vendidas en territorios fronterizos con Camerún y Chad, donde el grupo parece refugiarse.
ATAQUES CONTINUOS
Desde 2011, tras la elección del presidente, el grupo terrorista e islamista ha mostrado su oposición de forma violenta. Detestan, sobretodo, la educación occidental, y la consideran el origen de todos los males del país. Consideran su guerra y acciones validada por Alá, están fuertemente militarizados y, a pesar de los intentos del ejército por contenerlos, se han mostrado mucho más difíciles de capturar de lo que se podía pensar.
De hecho, el año pasado el presidente declaró el estado de emergencia en varios estados del norte del país en los que operaba el grupo. La presencia militar conllevó a una mayor seguridad en las zonas más pobladas, pero desde entonces las milicias han atacado de forma violenta las localidades más pequeñas y desprotegidas.
Entre sus objetivos favoritos han estado las poblaciones de mayoría cristiana. El año pasado, paralizaron un autobús y separaron a sus pasajeros de acuerdo a su fe. A todos los que se declararon cristianos, los ejecutaron de inmediato.
CLAMOR INTERNACIONAL
Las prácticas de Boko Haram con las niñas son difíciles de preveer. El líder del grupo, Sekaku, amenaza en un vídeo con venderlas en el extranjero, porque "así me lo indica Alá". Según algunas chicas que han logrado escapar, las violaciones, vejaciones y maltrato entre las chicas son habituales en el grupo.
Desde que se produjo el secuestro, los padres de las jóvenes y numerosas organizaciones de la sociedad civil han puesto en marcha una amplia campaña, que se ha intensificado en los últimos días, demandando una mayor implicación al Gobierno nigeriano en la búsqueda y rescate de las chicas, pero también tratando de movilizar a la comunidad internacional contra una amenaza que, tras años de intentar controlar por sus propios medios, parece estar totalmente fuera de control.
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