A lo largo de la historia el ser humano ha observado que, a veces, poco antes de un seísmo, el cielo se iluminaba con unos misteriosos rayos de luz, pero nunca sabía por qué se producía dicho fenómeno.
Estas bolas de luz, conocidas como luces de terremoto o EQL (del inglés 'Earth Quake Light'), aparecen en el cielo sobre o cerca de áreas con estrés tectónico, actividad sísmica o erupciones volcánicas.
Pese a que los rayos normales que aparecen en el cielo devienen de una acumulación de carga eléctrica en las nubes, los experimentos de laboratorio sugieren que estas luces se originan, en cambio, por el aumento de la carga eléctrica en la superficie.