Doce muertos en la región china de Xinjiang tras una jornada de violencia

Al menos doce personas han resultado muertas en una jornada de violencia que ha afectado a la conflictiva región autónoma china de Xinjiang, donde habita la minoría ética uigur, de religión musulmana, según informan los medios oficiales chinos. Seis personas han resultado muertas a causa de una serie de explosiones y otras seis habrían sido abatidas por la policía, según han anunciado las autoridades locales.
Los disturbios se han concentrado en la localidad de Xinhe, en la prefectura de Aksu, en el extremo occidental del gigante asiático, cerca de la frontera con Kirgizistan. Según las autoridades locales, los disturbios y los choques con las fuerzas de seguridad chinas han tenido lugar poco después de que se produjera una triple explosión, en la noche del viernes, que se saldó con tres personas muertas y otras dos heridas.
“Una multitud de gente ha empezado a lanzar explosivos en el momento en que la policía intervenía después de los incidentes violentos”, han indicado las autoridades locales a través de la página web oficial Tianshan. Como consecuencia de este estallido de violencia, seis personas han resultado muertas por las fuerzas del orden, cinco han sido detenidas y otras seis han muerto “durante los ataques”, según las mismas fuentes.
Los disturbios en Xinhe se iniciaron a última hora del viernes, al producirse una serie de explosiones en cadena, que acabaron con la vida de tres personas y otras dos resultaron heridas, según informó la agencia oficial Xinhua. Las dos primeras explosiones tuvieron lugar en una peluquería y un mercado al aire libre, respectivamente.
En ellas murió una persona y otras dos quedaron heridas. Posteriormente, estalló un vehículo, cuando estaba siendo rodeado por la policía. Sus dos ocupantes murieron en el estallido, según Xinhua, que agregó que tres personas han sido detenidas por los incidentes. Xinjiang, una región tradicionalmente inestable, vive desde hace unos meses una creciente ola de violencia, que las autoridades de Pekín atribuyen a los extremistas y separatistas musulmanes. Al menos 92 personas han muerto desde abril pasado como consecuencia de estos incidentes violentos.
Las autoridades chinas atribuyen la inestabilidad en la región a grupos extremistas y separatistas que promueven la guerra santa entre los uigures, etnia musulmana que habita en el sur y oeste de Xinjiang. Las organizaciones de la etnia uigur en el exilio acusan, por su parte, a las autoridades de Pekín de esgrimir la excusa del terrorismo para aumentar la represión de la cultura y religión de esta minoría étnica.
Las autoridades chinas han endurecido las medidas de seguridad en Xinjiang después de que el pasado octubre un vehículo arrollara a varios viandantes y se estrellará en la Ciudad Prohibida, junto a la plaza de Tiananmen, en pleno centro de Pekín, en un incidente que causó la muerte de los tres ocupantes del automóvil y dos turistas. El Gobierno chino calificó el incidente de acto terrorista y atribuyó su autoría a grupos extremistas uigures.
La semana pasada, la Policía china detuvo en Pekín al prominente intelectual uigur Ilham Tohti y a su madre, y se incautó de sus ordenadores y de numerosos documentos, al aducir que el académico era "sospechoso de incumplir la ley".
 photo subscribediciembre2012.gif
LaVanguardia