Porque no es buen árbol el que da mal fruto; ni árbol malo el que da buen fruto, porque cada árbol por su fruto es conocido.
Porque no cosechan higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas.
El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.