El Movimiento 23 de Marzo o M23 es una milicia rebelde de la República Democrática del Congo (RDC) formada principalmente por miembros de etnia tutsi. Fundado en 2012, el grupo defiende que lucha contra el Gobierno y las milicias hutus, pero sus operaciones están más vinculadas a intereses económicos y geopolíticos. El M23 es uno de los más de cien grupos rebeldes que existen en la RDC, el país más grande del África subsahariana y que está marcado por la disputa sobre el control de sus minerales. Sólo en su territorio se encuentra el 74% del cobalto del mundo y el 80% de todo el coltán, esenciales para fabricar dispositivos electrónicos, como los móviles o los ordenadores portátiles.
El M23 fue creado por excombatientes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, otro grupo rebelde congoleño. Esta organización firmó un acuerdo de paz con el Gobierno de Joseph Kabila el 23 de marzo de 2009, fecha que daría nombre al futuro movimiento. Según este acuerdo, los miembros del grupo podrían ser incluidos en el Ejército y la organización podría establecerse como partido político. Sin embargo, una parte de los rebeldes acusó al Ejecutivo de incumplir el acuerdo y, en 2012, crearon el M23.
Meses después de su creación, el M23 ocupó la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, situada al noreste del país, cerca de la frontera con Ruanda y muy rica en minerales. Esta ofensiva causó el desplazamiento interno de miles de personas y llamó la atención internacional. La presión exterior hizo que se iniciarán las conversaciones para derrotar militarmente al M23 y llegar a un nuevo acuerdo de paz mediado por la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, que acabó con el desarme del grupo en 2013.
Sin embargo, el acuerdo no fue definitivo. En 2021, el M23 se reactivó y volvió a lanzar una serie de ataques contra el Ejército congoleño. Estas ofensivas se centraron en áreas estratégicas de Kivu del Norte y continuaron al año siguiente, cuando el grupo llegó a matar de manera arbitraria hasta a 130 civiles en la región. De hecho, ya en 2014 el Consejo de Seguridad de la ONU había incluido al M23 en su lista de sanciones, acusándolo de cometer asesinatos, mutilaciones y violaciones, entre otros crímenes.
Tras años de violencia e inestabilidad, el pasado 27 de enero, el M23 se hizo con el control de la ciudad de Goma, cuya población se estima en dos millones de personas. Los rebeldes también se han hecho con el control del aeropuerto de la ciudad y ha habido una fuga de unos 4.000 encarcelados de la prisión de Munzenze. Las últimas ofensivas han empeorado la situación humanitaria en el Congo. Debido a los combates entre los rebeldes y el Ejército, 400.000 personas han sido desplazadas desde el inicio del año en un país que ya tenía 5,6 millones de desplazados internos. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), más de veinticinco millones de personas necesitan asistencia humanitaria en el Congo.
El conflicto del M23 con el Gobierno congoleño no se entiende sin el apoyo de Ruanda a la milicia. Este apoyo tiene raíces en el genocidio ruandés de 1994, en el que radicales de la etnia hutu asesinaron a 800.000 personas, en su mayoría tutsis, y a hutus moderados. Después de la masacre, unos dos millones de hutus cruzaron la frontera hacia el Congo. Con el objetivo de perseguir a los responsables, Uganda y Ruanda intervinieron en la RDC en 1996, propiciando el comienzo de la primera guerra del Congo. En la actualidad, tanto la ONU como el Gobierno congoleño de Félix Tshisekedi aseguran que el Gobierno ruandés de Paul Kagame, de etnia tutsi, apoya y arma al M23, incluyendo a soldados del Ejército.
En el conflicto entre el M23 y el Gobierno congoleño también han intentado mediar Estados y organizaciones regionales. Angola trató de celebrar una cumbre de paz el pasado diciembre, pero se suspendió, y Kenia ha convocado una cumbre extraordinaria de la Comunidad de África del Este. Por su parte, la Comunidad de Desarrollo de África Austral combate al M23 desde finales de 2023, y la misión de la ONU en la RDC (Monusco) ayuda al Ejército congoleño a limitar el avance del grupo rebelde.