¡Listos!

"Dios lo llamó de en medio de la zarza…Y
 él respondió: Heme aquí" 
Éxodo 3:4
Cuando Dios habla, muchos de nosotros nos parecemos a los hombres que tienen su mente nublada, y no contestamos. La respuesta de Moisés reveló que él sabía en dónde se encontraba y que estaba preparado.
Estar listos implica tener una relación correcta con Dios y un conocimiento de nuestra ubicación actual.
Sin embargo, nos mantenemos muy ocupados diciéndole a donde quisiéramos ir. El hombre y la mujer que están listos para Dios y su obra son los que reciben el premio cuando viene el llamamiento. Nosotros esperamos y tenemos en mente la idea de que se presentará una gran oportunidad, algo sensacional y cuando llega, estamos listos para gritar: "Aquí estoy". Siempre que Jesucristo se está levantando en autoridad, tú y yo estamos ahí presentes, pero no tenemos buena voluntad para llevar a cabo un trabajo humilde.
Estar listos para Dios significa que poseemos una buena disposición para hacer lo más insignificante o lo más grande; no hay diferencia. Significa que para nosotros no existen varias alternativas en lo que deseamos hacer sino que, sin importar cuáles sean los planes de Dios, estamos ahí listos. Entonces, cuando surge cualquier tarea, escuchamos su voz como nuestro Señor escuchó la voz de su Padre, y estamos listos para realizarla con la disposición plena de nuestro amor por Él. Jesucristo espera tratarnos a nosotros como el Padre lo trató a Él. Nos puede colocar donde a Él le plazca, en deberes agradables o de baja categoría, porque nuestra unión con Él es igual a la que Él tuvo con su Padre. "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22.
Mantente preparado para las visitas sorpresivas de Dios. Una persona preparada nunca tiene que alistarse, sino que siempre está lista. ¡Piensa en el tiempo que desperdiciamos tratando de prepararnos una vez que Dios nos ha llamado! La zarza ardiendo es un símbolo de todo lo que está alrededor de la persona que se encuentra lista. Y la zarza arde por la presencia del mismo Dios.